Abanto-Zierbena - El temporal de agua que se dejó sentir en Meatzaldea durante el pasado fin de semana hizo que el vetusto túnel de La Rubia, situado entre los barrios abantoarras de Putxeta y Cotorrio, se derrumbara parcialmente el domingo por la boca de salida de este último barrio. Si bien la caída de parte de la techumbre del túnel, originado por las numerosas filtraciones, no causó daños personales ni materiales, el derrumbe suponía un riesgo para la circulación de personas y vehículos según dictaminó una empresa de ingeniería desplazada de urgencia al lugar a requerimiento de las autoridades municipales que sitúan en el entorno de los 125.000 euros el coste de su reapertura y en unas 6 semanas el plazo de ejecución de la reparación.
“Fue la Policía local de Abanto-Zierbena la que tuvo conocimiento del desprendimiento hacia las nueve de la noche del domingo”, informó el concejal de barrio, Jon Cuesta, quien junto a técnicos y responsables municipales, se desplazó al lugar para valorar el alcance del desprendimiento. “En ese momento, ya anocheciendo, una empresa de ingeniería llamada de urgencia por el Ayuntamiento recomendó su cierre por motivos de seguridad a la espera de realizar la correspondiente actuación que analizara la posibilidad de permitir su reapertura sin riesgos para vehículos y viandantes”, recordó Cuesta.
Alternativas El cierre cautelar del túnel dejó a los vecinos de Cotorrio con una única salida del núcleo a través de la carretera que les une con el barrio muskiztarra de Memerea. “Ante esta situación, y a la vista de que la ingeniería, una vez retirados los escombros caídos, aconsejaba mantener el cierre hasta la adopción de medidas, solicitamos al Consorcio de Aguas que está llevando a cabo las obras de abastecimiento hacia Enkarterri la adopción de una salida alternativa a través de la vía verde”. El Consorcio reaccionó con celeridad rellenando un tramo de zanja para que los vecinos de Cotorrio pudieran tener otro acceso rodado.
“Hemos tomado todas las medidas posibles para minimizar las molestias causadas por este desprendimiento”, reseñó la alcaldesa, Maite Etxebarria, quien pidió disculpas a los vecinos afectados por los inconvenientes que ha originado este desprendimiento. “El cierre que hemos decretado busca ante todo garantizar la seguridad de las personas”, ahondó la alcaldesa, quien avanzó que ya se ha puesto en contacto con la Diputación Foral de Bizkaia de cara a obtener ayudas para sufragar el coste de la reparación.