2016: el año que despega Zorrotzaurre
El ejercicio recién estrenado acogerá diferentes hitos de referencia en el proyecto urbanístico que lo lanzarán definitivamente durante la próxima década
Bilbao - El ejercicio recién comenzado pasará a los anales de la historia como el año en el que se dio el pistoletazo de salida de la operación urbanística de Zorrotzaurre.
Con el empuje decidido que han aportado durante el pasado 2015 al proyecto el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Bilbao, acompañados de las actuaciones de los propietarios privados más importantes de la todavía península, 2016 estará trufado de hitos que harán despegar y colocar a velocidad de crucero el último gran proyecto urbanístico de la capital de Bizkaia.
La Junta de Compensación de Zorrotzaurre, el organismo en el que están integrados los principales actores públicos y privados que van a desarrollar las intervenciones en los espacios públicos y la urbanización de calles y plazas, tiene gran cantidad de labor por delante. Sus técnicos trabajan ahora mismo en cerrar el plan de urbanización de esta primera fase, denominada oficialmente Unidad de Ejecución 1 de la Actuación integrada 1 del Área Mixta de Zorrotzaurre, con el objeto de enviarlo en este primer trimestre al Ayuntamiento de Bilbao.
Es la institución local la que lo aprobará definitivamente tras el necesario proceso de información pública. Un proceso burocrático que se espera se prolongue durante todo este primer semestre para alumbrar el último documento técnico que resta para ponerse manos a la obra, literalmente, en otoño. Pablo Otaola, gerente de la Junta de Compensación explica que “aprobar este plan es crítico ya que sin el mismo no se puede empezar a construir nada, ni calles, ni viviendas, ni otros edificios”. Determinar al detalle dónde se ubicarán las arterias urbanas, los jardines o los estacionamientos permitirá, por ejemplo, dar la salida a la construcción de las primeras viviendas incluidas en la operación y que se ubican en tres solares diferentes en la margen derecha del canal de Deusto.
Miguel Salaberri, director de la promotora Jauregizar, está trabajando a toda máquina para meter las primeras excavadoras. Según asegura a este periódico “esperamos que todo el proceso no se prolongue demasiado y podamos empezar a construir en el mes de septiembre”.
Esta sociedad fue la adjudicataria, por parte del Gobierno vasco, de los tres primeros solares donde se construirán pisos de VPO, tasados y de venta libre. Jauregizar no ha perdido el tiempo para iniciar la venta de los bloques que albergará un total de 360 viviendas y ya ha empezado su comercialización.
Una primera parcela acogerá dos edificios con 117 pisos tasados, a pocos metros de la clínica del IMQ. Los otros dos solares se sitúan en la ribera de Deusto, cerca de Ibarrekolanda, e integran cuatro edificios; dos de ellos albergarán 112 pisos de protección oficial, y los otros dos, 131 viviendas libres. Los bloques de VPO tendrán ocho alturas más los bajos comerciales; las viviendas tasadas, una altura más, y los de precio libre, alcanzarán los diez pisos. Para comercializar estas viviendas, la promotora ha creado la sociedad cooperativa Vivezorrotzaurre, la cual gestionará en diversas fases los tres grupos de edificios.
El puente, el próximo día 19 Pero no solo arrancarán las obras de las primeras viviendas. La Junta de Compensación también trabaja para sacar a concurso las primeras obras de urbanización y empezar a ejecutarlas a finales de año en la zona de la punta de la futura isla más cercana a Bilbao. Este área va a ser un hervidero de actividad todo 2016. Se empieza ya este mismo mes cuando está previsto que se complete el servicio del puente Frank Gehry con la apertura de paso a los vehículos, en principio, el próximo día 19. Una acción necesaria porque las obras que se ejecutan para retirar la lengua de tierra obligarán a cortar el actual y único acceso viario a los vecinos y trabajadores que tiene en Zorrotzaurre su modo de vida.
Tras el retraso acumulado de más de un año, parece que el proyecto avanza al ritmo deseado con el horizonte puesto en diciembre. Será para ese mes postrero cuando el Ayuntamiento, responsable total de los trabajos, dará por concluida una de las obras de infraestructuras más importantes ejecutadas en la villa por la que la ría contará con dos cauces que abrazarán la ya isla de Zorrotzaurre.
Un par de meses antes, en septiembre, también se conocerá cual es la fórmula que Euskal Trenbide Sarea, el gestor ferroviario del Gobierno vasco, adoptará para pasar el tranvía desde el barrio de Olabeaga a esa punta referida de la isla.
El estudio técnico encargado determinará cual de las cuatro alternativas de pasos elevados por encima de la ría que se barajan es la mejor para los vecinos que colonizarán la nueva zona de expansión y los bilbainos que tienen su hogar en el actual barrio de Olabeaga.
Los primeros conocerán en que punto exacto de la isla se ubicará la conexión con el trazado de este transporte público, el cual está llamado a vertebrar la isla con su recorrido longitudinal de punta a punta. Los segundos, descubrirán dónde se habilitará la parada del tranvía que está previsto construir en la orilla de Olabeaga con el nuevo puente de conexión por encima del cauce del Nervión.
Otro de los hitos que se prevé concretar en la próxima primavera es la conclusión de la mudanza de la empresa Cadenas Vicinay. La industria asentada en Zorrotzaurre que acumula más terrenos está ya efectuando su traslado paulatino desde hace varios meses a sus nuevos pabellones construidos en Sestao, también a orillas de la ría. La salida de Vicinay va a liberar un total de 30.000 m2 de superficie para espacios públicos y parcelas donde se levantarán varios bloques de viviendas. Su ubicación, casi al lado del nuevo puente Gehry, significa además que será una de las primeras zonas donde se vaya desarrollándose la colonización de la isla.
Un traslado por el que la empresa líder mundial de fabricación de cadenas y líneas de fondeo marítimo será compensada con más de 31 millones de euros que deberá recibir en el próximo trienio de los fondos que vaya acumulando la Junta de Compensación procedentes de sus integrantes. El Gobierno vasco y su sociedad de promoción de viviendas, Visesa, será el que más dinero aportará para esta labor indemnizatoria que sumará un total 54,35 millones. Además, en los presupuestos para este año, el Gobierno Urkullu ya ha apartado 8,94 millones de euros para financiar las obras de urbanización de esta primera fase de actuación en la isla.
Derribos y descontaminación Pero la Junta de Compensación no solo abonará dinero por este concepto. Este año seguirá con la política de derribos de pabellones industriales abandonados con el fin de dejar cada vez más terreno limpio. La última intervención de este tipo concluyó hace poco más de un mes tras la demolición de cinco de los siete edificios desocupados que pertenecieron a la empresa Mefesa. Los otros dos edificios, el laboratorio y oficinas, se conservan para futuros usos terciarios.
A los 11.620 m2 liberados en esta actuación se unirán a lo largo de este año otros solares que quedarán libres tras los derribos pertinentes. Esta labor de retirada de los bloques obsoletos es asumida por la Junta como un gasto de urbanización, según obliga la legislación vigente.
Una labor que también acometerá en 2016 este organismo es la descontaminación de los terrenos ubicados en las zonas que se convertirán en espacios públicos en primer lugar. Este trabajo sí que no es competencia de la Junta, ya que la limpieza de los terrenos es responsabilidad de los propietarios, pero lo va a asumir en primera instancia para luego pasar la factura a los dueños de los terrenos y poder ir adelantando trabajo en beneficio general del desarrollo del proyecto urbanístico.
No hay que olvidar que la urbanización de los espacios públicos tiene que ir en coordinación con la construcción de los nuevos edificios de viviendas y de usos terciarios, un trabajo de encaje complejo y arduo si se tiene en cuenta que está previsto urbanizar 165.000 m2 de calles y plazas, es decir, un 42 % de los 389.654 m² de superficie de esta primera fase que abarca los terrenos vinculados a los ámbitos de San Ignacio, Deusto Bekoa, Ribera de Zorrotzaurre y Ribera de Deusto.
En esta última zona, en la margen derecha del canal y a la altura de la calle Islas Baleares, se empezará a construir en otoño próximo el segundo puente que dará conexión a la isla con el barrio de San Ignacio, de quien de momento ha tomado el nombre.
Segundo acceso Marcos Muro, presidente de la Junta de Compensación y director de Visesa, el ente del Gobierno vasco que financiará los 8 millones de euros previstos de coste del puente, calcula que las obras arrancarán en ese trimestre otoñal “tras pasar todavía varios trámites con diferentes administraciones”.
El proyecto debe obtener los permisos de la dirección de Costas y de la Agencia Vasca del Agua (URA), algo que se prolongará entre cuatro y seis meses. Después vendrá “la licitación de los trabajos este verano próximo, estudiar las ofertas y finalmente adjudicar el proyecto a una empresa para iniciar las obras a finales de año”, aseguró Muro.
La construcción de esta segunda conexión de la isla con el resto de la capital vizcaina, que se prolongará alrededor de 17 meses, permitirá a su finalización aportar al nuevo barrio Zorrotzaurre otro enlace con el resto de la capital que mejore la permeabilidad del tráfico tanto de personas como de vehículos. Para cuando se concluya este viaducto sobre la ría, en primavera de 2017, la nueva isla estará en plena ebullición constructiva con un desarrollo urbanístico que ya será imposible de parar.
360
Más en Bizkaia
-
Caritas Bizkaia logra que 283 personas vulnerables accedan a un empleo
-
La década prodigiosa del emprendimiento innovador en Bizkaia
-
Un caracol zamorano gana el XXXIII concurso de arrastre de piedra de Trapagaran
-
La oposición de Galdakao acusa al gobierno de EH Bildu de “abusar de las modificaciones de crédito”