sestao- “¿Quién no ha soñado con conquistar el lejano Oeste, bailar un vals o empuñar una espada láser? Sí, amigos, ¿porque ahora somos amigos, verdad? Todo es posible en el cine, esa es la magia del cine. No hay más que sentarse. Pues comienza la sesión”. Con esta sencilla y sentida bienvenida, el joven acomodador de una sala de cine recibe a los espectadores mientras les acompaña a sus butacas.
Esta escena también forma parte del espectáculo, puesto que el diálogo se produce, en realidad, en el escenario de un teatro donde una decena de chicas y chicos, integrantes del taller de teatro juvenil del gazteleku de Sestao rompen el hielo en su nueva obra Va de cine, basada en sketches de escenas de películas muy conocidas por el gran público, que se representará el día 7 de enero a las 20.00 horas, en la Escuela de Música sestaoarra.
Henry Jiménez, con 25 años, y Jone Moneo, con tan solo 14, son las piedras angulares de este arco iris actoral que se mueve mayoritariamente entre los 16 y los 18 años. Junto a ellos, Andima Prieto, Irune Ruiz, Leire Fresneda, Xabier Resmella, Naroa Núñez, María Cortés, Unai Moreno y Jon Quintano conforman el elenco de jóvenes actores y actrices de este taller que dirige Esperanza García, una experimentada actriz que desde hace varios años, tras disolverse la compañía de la que formaba parte, ha venido desarrollando sus conocimientos de las artes escénicas en los colegios y en el Gazteleku de Sestao.
“El taller de teatro tomó cuerpo en el gazteleku hace varios años con varios jóvenes que ya habían coincidido conmigo en colegios. Ellos fueron el embrión de la escuela juvenil de teatro que funciona desde hace tres años en el Centro de Información Juvenil”, señala Esperanza, quién destaca que “el teatro es vocacional, mejora la relación de los jóvenes y la empatía, aunque es muy sacrificado”. Una de las jóvenes intérpretes señala que acuden a los ensayos contra viento y marea. Este volcado grupo de adolescentes confiesa al alimón que la interpretación es “una expresión de libertad”. “Te permite transformarte, ponerte en la piel de diferentes personajes, adoptar otras ideas para trasmitirlas a los demás sin que tengan por qué ser tus propias ideas”, resume otra de las jóvenes, quien, como casi todos sus compañeros, reconoce que la expresión corporal, la desinhibición a la hora de actuar “es bastante más difícil que aprenderte el guión”.
Claro que esta faceta tampoco es baladí y ello provoca que entre ellos y ellas -el buen ambiente es la tónica preponderante dentro del grupo, según destaca Esperanza- se usen los errores de diálogo, los olvidos, las improvisaciones hilarantes o los cambios del libreto, como válvula de escape, y de risa cohesionadora.
‘Va de cine’ Al principio, el taller desarrollaba más las técnicas que las representaciones. Dicción, expresión corporal, coreografías, escenografía ... Eran materias más tediosas pero imprescindible. “El teatro es casi como un sacerdocio, tienes que recibir la llamada. Es un arte totalmente vocacional y muy sacrificado. La gente no es consciente a veces del gran y arduo trabajo que hay que hacer para llevar a cabo una representación de poco más de una hora”, reseña la directora del taller.
La directora reseña que Va de cine, repasa la historia del séptimo arte con títulos como Diez Negritos, Los Miserables, Harry Potter o 300, entre otras. La entrada será gratuita para que acuda todo aquel que quiera disfrutar de las artes escénicas.
Seguro que la actuación de estos futuros ingenieros, químicos, biólogos, diseñadores, expertos digitales o veterinarios estará a al altura y servirá no solo para pasar una buena tarde de teatro si no que servirá de acicate a los niños de entre 5 y 13 años que ya vienen por detrás. La magia del teatro debe continuar.