“En Gallarta, la política no rompió las cuadrillas”
Abanto-Zierbena- José Fernández Martínez Txiki, se siente gallartino por los cuatro costados y así lo celebra. Infatigable colaborador desde hace casi 20 años del tejido asociativo abantoarra, Txiki destaca que Abanto-Zierbena, sobre todo Gallarta, ha perdido un tanto aquel universo minero que se tragó la mina Bodovalle y se ha convertido en una ciudad dormitorio en la que, no obstante, el valor de la amistad permanece incolume. “La política no ha sido capaz de romper los lazos de amistad de sus vecinos”, preconiza este jubilado que vivió varios años en una casa junto a las escaleras de acceso al Preventorio.
Usted ejerce de abantoarra a pesar de que nació en Bilbao. Pesa mucho la mina y su historia.
-Nacer en Bilbao no fue si no algo fortuito, circunstancial. Mi madre fue a hacer algo a la villa, se puso de parto y me tuvo en una maternidad de Bilbao pero en mi DNI pone que soy de Abanto-Zierbena desde hace 73 años y aunque viví cerca de 6 años fuera de aquí, en Barakaldo -donde aún hoy conservo grandes amistades en la zona de Lasesarre-, Santurtzi o en el barrio de Las Carreras, una vez que me casé con 24 años ya no he vuelto a dejar mi pueblo.
Usted no trabajó nunca en la mina pero como a buena parte de los adultos de Gallarta aún le puede la nostalgia de aquel pueblo perdido con la explotación minera. ¿Forma parte esta ausencia del ADN de los gallartinos?
-Mi única relación con la mina era que de niño le llevaba la comida a mi abuelo pero que duda cabe que el municipio en conjunto y Gallarta en concreto estaba muy influido por la minería. Yo, hasta que me jubilé por enfermedad, siempre he trabajado como mecánico en diversos talleres. Luego sí que es cierto que se echa de menos aquel Gallarta por cuyas calles paseaba y alternaba o donde, por ejemplo, yo iba de romería con la que luego sería mi mujer, Esperanza.
¿Gallarta es el núcleo que mayor transformación ha sufrido en Abanto-Zierbena?
-Yo diría que sí ya que pasó de ser un pueblo obrero donde convivían mineros -hoy día ya casi no quedan mineros de los que vieron desaparecer el pueblo- trabajadores de las empresas de la zona y familias que mantenían explotaciones ganaderas y hortícolas. Aún en Sanfuentes y en Las Carreras se mantiene algo de aquellas señas de identidad del sector primario pero hoy día, creo que Gallarta se ha convertido en una localidad dormitorio. Algo que se nota en fiestas y fines de semana en los que el pueblo coge una gran animación.
Usted defiende que Gallarta es el núcleo con más chispa de Abanto-Zierbena.
-Sin desmerecer a ninguno de los barrios, en los que mantengo buenos amigos, sobre todo en Sanfuentes o La Balastera a cuya romería de septiembre dedicada a La Merced siempre me ha gustado mucho ir, Gallarta, por cantidad de población es el principal referente para quien quiera conocer Abanto-Zierbena y a su gente.
No parece que le guste mucho el paisaje de Abanto-Zierbena.
-Aunque no soy muy andarín he de reconocer que Abanto-Zierbena tiene bonitos rincones desde Triano hasta La Balastera o Cotorrio por la vía verde, San Pedro, Santa Lucía, Putxeta,.. pero para mí hay dos aspectos que marcan el pasado, el presente y el futuro del municipio: el futuro parque cultural y ambiental de la minería, que sin duda será un importante foco de atracción hacia nuestro legado minero y nuestro entorno, y nuestra gente.
Vayamos por partes. ¿Cómo cree que influirá el futuro parque que auspician el Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento y el Museo de la Minería?.
-A mi modo de ver en primer lugar este proyecto supondrá un reconocimiento definitivo a la gran labor que los voluntarios de la Asociación Cultural Museo Minero han venido desarrollando desde hace muchos años para evitar la pérdida del legado minero y, en segundo lugar, porque se generará un espacio expositivo único junto a la espectacular Corta Concha de la mina que a buen seguro atraerá a mucha gente para conocer la historia de nuestro municipio.
Hablaba usted de la importancia que tiene para conocer Abanto-Zierbena, el mezclarse con su gente. ¿A qué se refiere?
-En términos generales, Abanto-Zierbena es un municipio alegre que gusta de relacionarse en la calle lo que propicia un tejido social muy cohesionado donde la amistad y el compañerismo se pone de manifiesto en el rico tejido asociativo que tiene. Ya he dicho que yo he vivido en otros municipios aunque sea por poco tiempo pero, por ejemplo, aquí la llegada de los partidos políticos no logró fracturar las cuadrillas de amigos como sí he podido constatar en otros lugares. Aquí la política es política y la amistad, amistad.
Unas amistades que serán un poco difíciles de cultivar en un pueblo dormitorio como usted mismo lo define, ¿no?.
-Para ello contamos con la intensa actividad de clubs y asociaciones que aportan numerosos espacios de relación. Desde la Burdin jaia pasando por las fiestas patronales de los tres núcleos principales y los barrios hasta eventos tan populares como la Fiesta del Garrafón o el Sagardo Eguna por citar algunos. En Gallarta, por ejemplo, el día de Todos los Santos es el idóneo para vender la lotería de Navidad por la gran cantidad de gente del pueblo que se acerca ese día.
mecánico jubilado y colaborador infatigable del asociacionismo de Abanto-zierbena