Meatzaldea y su voluntad de hierro
El martes, a las 20.00 horas, el centro multiusos del colegio público La Escontrilla de Trapagaran será el lugar donde DEIA homenajee a empresas, colectivos y personas de la comarca con la entrega de los DEIA Hemendik Sariak
meatzaldea es una comarca luchadora, con una voluntad y un espíritu de hierro en la que sus vecinos trabajan de forma incansable para hacer de este punto de Bizkaia un lugar mejor y más próspero. Toda esa labor constante y callada merece ser premiada y, por ello, DEIA reconocerá en sus VIII Hemendik Sariak a las personas, colectivos y empresas que hacen que la comarca sigan progresando y avanzando, eso sí, sin perder sus señas de identidad. El deporte, la cultura, la innovación y la tradición forman un cóctel ideal en esta amplia zona vizcaina y todo ello se mezclará en la gala que se celebrará el próximo martes, a partir de las 20.00 horas, en La Escontrilla de Trapagaran.
Uno de los grandes iconos de Mea-tzaldea es La Arboleda. Es un lugar cargado de mucha simbología y, actualmente, uno de los principales medios de transporte para acceder hasta este punto de Trapagaran es el funicular de Larreineta. Este transporte llega hasta esta zona montañosa incluso en las peores condiciones y ha mezclado su uso turístico con el cotidiano de manera extraordinaria, por todo ello, merece recibir el Bizkaia Saria. Desde 1926 ha ofrecido diversos servicios a la ciudadanía, desde transportar minerales y pasajeros hasta bajar los féretros desde La Arboleda. El funicular se ha adaptado a las necesidades que han tenido los vecinos de La Arboleda con el paso del tiempo. “Es un funicular único en Europa porque tiene la plataforma plana, esa es una de sus principales señas de identidad”, explica Gorka Ugalde, responsable de Marketing de Euskotren.
Desde la empresa que ofrece el servicio ven como una de las claves de estos 89 años de historia del funicular el hecho de que esté “muy integrado en la sociedad”. Esa integración, ese aprecio de los vecinos de La Arboleda y los usuarios se lo ha ganado día a día, viaje a viaje.
Así las cosas, pese a la evolución que ha vivido el mundo del transporte con el paso de los años, el funicular de Larreineta sigue siendo el principal modo de acceder hasta este barrio de Trapagaran cuando las condiciones climatológicas son adversas, como, por ejemplo, en los temporales de nieve. “Todo este éxito es gracias a los trabajadores que se entregan en cuerpo y alma para que el servicio funcione perfectamente”, señala Ugalde, quien indica que, en el futuro, el funicular continuará alternando “el uso turístico y el diario”.
Una vez llegados a La Arboleda en funicular, el visitante tenía diversas alternativas para pasar una gran jornada de ocio. Visitar Peñas Negras, contemplar los grandiosos paisajes que ofrecían las minas a cielo abierto y, como colofón comer unas alubias en el restaurante Sabina. Durante muchos años, este local fue toda una referencia gastronómica por su forma de preparar el cocido. Aún hoy, después de pasados siete años de su cierre, hay gente que recuerda en sus paladares el sabor de aquellos platos que marcaron las visitas de varias generaciones a este barrio de Trapagaran.
Por ser uno de los principales referentes de La Arboleda, este establecimiento recibe un Hemendik Saria de la mano de Olga Intxausti, la hija de la antigua regente de este local. “Me hace especial ilusión recibir este premio, sobre todo, por mi madre y mi abuela. Trabajamos durante muchos años y siempre hemos tenido el orgullo de que la gente, además de los paisajes, destacase nuestras alubias. Estoy muy contenta y es un honor recibir este reconocimiento”, señala Olga.
Este local ha sido un referente al igual que la familia que regentaba el restaurante Sabina. Otra de esas sagas que son archiconocidas en Trapagaran es la de los Abuin, durante muchos años, cuando algún vecino de la localidad tenía un problema de salud, acudían a esta familia de médicos de la que Ramón es el último eslabón. Su padre fue sanitario en la localidad entre 1935 y 1974 y el estuvo, en total, 37 años -entre 1965 y 2002- atendiendo a sus vecinos. “Guardo un muy buen recuerdo de aquella época, he sido feliz. Pero también vives momentos muy delicados como cuando ves morir a gente que conoces de toda la vida, eso es muy duro”, explica Ramón.
Su dedicación fue absoluta para con sus pacientes y, a día de hoy, aún hay más de un vecino que le pide consejo médico. “Siempre hay quien te para por la calle y te hace alguna pregunta médica, son gajes del oficio”, destaca este hombre que, a sus 75 años, recibirá el Hemendik Saria en reconocimiento a su larga trayectoria en favor de la Sanidad.
La de los Abuin es una saga de médicos, y la de los Alonso es una familia que durante cuatro generaciones se ha dedicado al mundo de la agricultura, concretamente, a sacar adelante la compañía Piensos Alonso. Desde hace más de 75 años, este negocio se ha convertido en un referente en Gallarta para aquellos que necesitan algún tipo de producto para sus animales o para el campo.
“Llevamos más de 75 años aquí en Gallarta. Soy la cuarta generación de la familia Alonso que se dedica a este negocio y estoy muy orgulloso de ello. Creo que somos el segundo negocio más longevo del barrio”, indica Alejandro Alonso. Él se crió en este negocio y, con la perspectiva y experiencia que ofrecen los años, cree que una de las claves para que esta empresa continúe en funcionamiento es “la cercanía y el trato personalizado al cliente. Aquí nos conocemos todos y sabemos lo que queremos. Nosotros damos calidad al cliente”, explica Alonso.
pREMIO A LA INNOVACIÓN En Piensos Alonso se han tenido que adaptar a las innovaciones de su sector. Lo mismo que ha tenido que hacer el grupo Lejarza. Esta empresa lleva trabajando la friolera de 87 años en el sector del automóvil. Evidentemente, se han tenido que adaptar a las nuevas tecnologías, al constante progreso que ha vivido el automóvil porque, tal y como queda de manifiesto, poco tienen en común un coche de hace 87 años y un modelo de última generación.
“A lo largo de todo este tiempo hemos hecho grandes inversiones, un muy buen trabajo para actualizar nuestra maquinaria, nuestros equipamientos. También hemos dado un gran paso adelante en la formación de nuestros profesionales. Tenemos un equipo que ofrece el mejor servicio”, señala Mikel Delgado, gerente de este grupo que desde 1982 trabaja con la marca Volvo y que, en 2006, asentó su cuartel general en Gallarta. Tienen que ir un paso por delante de la tecnología para prepararse ante lo que viene en la industria del automóvil, es lo mismo que le ocurre a carrocerías El Valle. Esta empresa que cuenta con dos centros en Trapagaran y Barakaldo es un ejemplo de cómo adaptarse a los cambios.
“Nos hemos sabido adaptar perfectamente a las exigencias de la tecnología del automóvil. Ejemplo de ello es alguno de nuestros empleados más veteranos que llevan 40 años en la empresa y que tienen conocimientos del máximo nivel de los coches más modernos”, señala Iñigo Vallés. Quizá, por ese motivo, pese a la tan manida crisis económica, este taller no para de crecer. “Si hace doce años éramos siete en el taller, ahora somos quince. Estamos creciendo”, indica Vallés, quien afirma que cada vez “el cliente viene más informado, sabe mejor lo que quiere, y eso es muy bueno”.
La evolución de la sociedad y la tecnología es imparable e irrefrenable. Minesa trabaja en la automatización industrial. Ofrece servicios de ingeniería, montaje y mantenimiento. “Somos una empresa en continua innovación y vamos de la mano de la tecnología para satisfacer a nuestros clientes. Tenemos que ir un paso por delante de la tecnología”, indica Alfonso, consejero delegado de Minesa. Esta empresa puede realizar todo el proyecto, desde la redacción del plan hasta la entrega del montaje final. “Podemos hacer proyectos llave en mano, es decir, el proceso entero, desde su comienzo y hasta el final si el cliente lo desea”, remarca Tocino.
Esta firma cuenta con un equipo de cuarenta trabajadores que velan por el mantenimiento de algunos instrumentos de la refinería de Petronor en Muskiz. Su labor en pos de hacer de Meatzaldea una comarca más puntera a nivel tecnológico será reconocida con otro Hemendik Saria. “Nuestro objetivo es seguir creciendo y, por todo ello, hemos salido más allá de nuestras fronteras”, finaliza Tocino.
Para ser una comarca de referencia en cualquier ámbito, Meatzaldea necesita personas muy bien formadas, llenas de conocimientos. En ese aspecto lleva afanándose 75 años el colegio Franciscanas de Montpellier de Trapagaran. “Este premio es un reconocimiento a las mujeres franciscanas que llegaron al pueblo en plena posguerra y también para las muchísimas familias que han apostado por nosotros a lo largo de todo este tiempo”, destaca Joseba Torrealdai, director titular del centro. Las hermanas franciscanas, según explica Torrealdai, “fueron muy queridas en el pueblo por su labor”. Ahora, esta congregación no está al frente de la gestión de este centro que ofrece una educación integral a su alumnado. Así las cosas, oferta una formación que abarca desde el nacimiento hasta los 18 años.
“Con nosotros, los alumnos pueden dar sus primeros pasos en el mundo educativo y continuar hasta justo antes de entrar en la universidad”, destaca el director titular del centro. La educación de hace tres cuartos de siglo difería en mucho de la actual. Por ello, durante este periodo el colegio ha ido llevando a cabo cambios para seguir en lo más alto de la formación. “En la actualidad, somos un colegio del siglo XXI, trilingüe y que no para de evolucionar para dar la mejor formación a nuestros alumnos”, concluye Torrealdai.
El colegio Franciscanas de Montpellier es un centro que inculca una serie de valores entre los estudiantes. Entre ellos figura la inclusión social.
El taller Gallastegi lleva desde 1987 trabajando por abrir una puerta laboral a aquellas personas con algún tipo de discapacidad. “Este centro fue creado en 1987 para ofrecer una alternativa laboral a las personas con algún tipo de discapacidad”, indica Aner Valencia, director técnico del centro. La Mancomunidad de Meatzaldea impulsó este proyecto que hoy, 28 años después, sigue más vivo que nunca. “Esto es mucho más que un centro de trabajo puesto que no solo ofrecemos una oportunidad laboral, sino que también brindamos una red social a nuestros trabajadores”, incide Valencia. Este recurso ofrece a sus trabajadores la ocasión de desarrollar habilidades profesionales y sociales y todo ello se traduce en servicios como el empaquetamiento, la digitalización de documentos, jardinería, limpiezas industriales y reparto publicitario entre otros.
“Ofrecemos muchos más servicios de los que la gente cree, somos un taller muy completo y que trabaja muy bien”, apostilla Valencia, una de las personas que trabaja cada día para ofrecer los mejores servicios en Meatzaldea y dar una oportunidad a los discapacitados en un mundo tan complicado y en horas difíciles como es el mercado laboral.
Las almas de la fiesta Meatzaldea es una comarca con innumerables festividades a celebrar. Las fiestas de Sanfuentes son unas de ellas. Detrás de estas celebraciones está el encomiable esfuerzo de su comisión de fiestas. Ellos tiran de imaginación y originalidad para, cada año, hacer un programa festivo muy atractivo, por ello, también recibirán el DEIA Hemendik Saria. “Nos hace mucha ilusión recibir el premio. Eso querrá decir que algo habremos hecho bien durante estos años”, señala Ander Calero, uno de los integrantes de la Comisión de Fiestas.
Actualmente, este órgano está conformado por doce personas que buscan ideas para divertir a sus convecinos durante sus fiestas. “Somos una comisión con gente muy joven, tenemos futuro y, por lo que parece, muy bueno”, explica Calero. Toda esta labor cuenta con las alabanzas y el beneplácito de la población de Sanfuentes. “La gente, la verdad sea dicha, agradece mucho nuestra labor y eso es lo que nos llena”, concluye Calero.
En las fiestas la música es un elemento importante, casi esencial. En más de un evento de este tipo ha tomado parte la Coral de Trapagaran a lo largo de sus 26 años de trayectoria. “Es la primera vez que nos dan un premio de este tipo y, realmente, estamos entusiasmados. Es un honor”, explica Charo Méndez, una de las integrantes de esta coral. En su época dorada, este grupo ha llegado a tener cerca de 80 integrantes. “Nuestro lema es ser del pueblo y para el pueblo. La gente nos apoya mucho en nuestras actuaciones”, indica Méndez. Pero este coro necesita savia nueva. “Nos falta gente joven, ojalá se animen. Hemos llevado el nombre de Trapagaran por diversos municipios de Bizkaia, Gipuzkoa, Nafarroa y hemos ido a distintos lugares de Francia”, concluye Méndez.
Precisamente con la juventud trabaja Goizale Eskaut Taldea de Muskiz. “Llevamos treinta años trabajando por el pueblo. Este premio es para todos aquellos que han formado Goizale en este tiempo. Esto es una gran cadena de la que el pilar básico son los jóvenes”, señala Yaiza León. Durante estas tres décadas tanto la sociedad como la juventud han cambiado mucho. Goizale se ha tenido que adaptar a los cambios sociales. “Cada vez la sociedad es más exigente y, por supuesto, los niños también. Entretenerles es todo un reto y, en nuestro caso, la magia que aporta este tipo de vida es nuestro motor para seguir”, remarca Yaiza. Una de las señas de identidad de Goizale es la participación y la implicación de los padres. “Para nosotros es básica”, concluye Yaiza.
El deporte es otra de las alternativas que se puede ofrecer a la sociedad en general y, a la juventud en particular. Galipa Pelotazale nació hace doce años con el propósito de arraigar el juego de la pelota en Zierbena. Durante todo este tiempo, su labor ha sido más que notable y, en la actualidad, el club cuenta con cerca de medio centenar de pelotaris. “Nuestra labor es muy necesaria en el municipio. Necesitábamos tener un club de pelota y actualmente lo tenemos”, indica Eloy Tajada, presidente del club. Este equipo nació cuando en Zierbena ni siquiera había frontón.
“Entre 2003 y 2007 estuvimos entrenando fuera del municipio. Fue una época dura, pero que solventamos bastante bien”, rememora Tajada quien no olvida la labor que ha llevado a cabo José Mari Alonso, el que fuera presidente del club durante los últimos siete años. “Es complicado mantener una organización así, pero con el trabajo de todos y la ayuda municipal seguimos y seguiremos adelante”, señala Tajada. Todo ello se basa en una solida garantía, la demanda que tiene la pelota no solo en Zierbena, sino en todo el entorno. “Siempre hemos tenido bastantes pelotaris y, nuestra labor está muy por encima de los resultados. Nuestro principal objetivo es dar la oportunidad de jugar a pelota a quien así lo desee”, concluye el presidente de Galipa Pelotazale.
La solidaridad, la ayuda entre unos y otros, es un valor muy al alza en Meatzaldea. Esta comarca siempre ha tenido un marcado carácter solidario y, por ello, no podía faltar en los DEIA Hemendik Sariak de este martes el premio a una organización de este tipo. Desde 1987, Ortuella cuenta con un auténtico tesoro, un grupo de mujeres que ayuda a otras mujeres en situación delicada a través de actividades, talleres y programas. En sus acciones están muy presentes el respiro, el empoderamiento y el desarrollo de redes sociales nuevas para enriquecer la vida de las personas que acuden a este recurso.
“Este programa es un recurso muy valioso para Ortuella, es un lujo tener este proyecto, estas monitoras y estas mujeres”, señala Isabel García, técnico del Ayuntamiento de Ortuella. Durante este tiempo, han pasado por este recurso diversas monitoras que han dado lo mejor de sí mismas para estas mujeres. “Estas profesionales están en constante labor de aprendizaje, no paran de formarse y son un importante apoyo para las usuarias de este recurso”, explica García.
La labor de este grupo será premiada este próximo martes, a partir de las 20.00 horas, en La Escontrilla de Trapagaran en reconocimiento a su trabajo social. Un trabajo callado, constante e inquebrantable que hace de Meatzaldea, día a día una comarca con un futuro próspero gracias a una fuerza y una voluntad de hierro.