Barakaldo - Se puede amar y defender con orgullo dos culturas a la vez y un corazón vasco puede bombear sangre gallega, valorando, fusionando y enriqueciendo ambas expresiones culturales. Ejemplo de ello es Alberte Sanmartín, este gaiteiro baracaldes de 45 años que es toda una referencia en el mundo de la gaita. “Me siento vasco, pero también me siento en la obligación de ser embajador a mi manera de la cultura gallega en Euskadi”, asegura Sanmartín, único vasco en recibir la Insignia de Oro del Día de Galicia en Euskadi por su labor en favor de la cultura gallega.

Él nació fruto de dos gallegos que se conocieron en Euskadi, por lo que se autodenomina “euskogalego” como muchos otros tantos que hay en Ezkerraldea, personas que nacieron, crecieron y viven en Euskadi, pero que cuyas raíces se asientan en Galicia. Así las cosas, con tan solo siete años ingresó en el grupo de danzas del Centro Gallego de Barakaldo y ahí comenzó su relación con la cultura gallega. Ya, con 14 años, se dejó seducir por el embrujo de la gaita, instrumento que se ha acabado convirtiendo en gran parte de la vida de este baracaldés que compagina su intensa actividad como profesor en el centro Haladzipo Euskal Musika Eskola y como músico en el grupo Ceo do Sil con su trabajo de cartero. “Lo que más me atrae de la gaita es que tiene una forma muy especial de tocarla. Hay muchas maneras de hacerlo y, por eso, cada vez que se toca un tema se hace diferente”, resume Sanmartín.

Tras descubrir la gaita, pronto le cogió el truco, descubrió sus secretos y, con tan solo 17 años, tres después de haber empezado a tocar, comenzó a dar clases. “La gaita es un instrumento más que se puede fusionar con otros muchos ritmos. Además, su música gusta mucho aquí en Euskadi y me alegra haber puesto mi granito de arena a que se conozca un poco más”, desgrana. Sanmartín, a lo largo de su carrera ha mostrado en repetidas ocasiones que las culturas vasca y gallega se pueden fusionar con resultados más que notables como demostró en sus colaboraciones con Oskorri, de quienes tradujo al gallego varios temas del grupo encabezado por Natxo de Felipe. También ha colaborado con Kepa Junkera poniendo las gaitas a sus discos Bilbao 0:00 h y Galiza. “Los instrumentos vascos y gallegos, por norma general, se complementan muy bien y su fusión da muy buenos resultados”, explica Santamaría, quien además de la gaita también toca otros instrumentos como la alboka o el whistle (un tipo de flauta irlandesa).

Referente en Galicia Este baracaldes ha logrado en su carrera ir un poco más allá y se ha hecho todo un nombre en Galicia. Allí, junto a otro de los grupos de los que forma parte, Ruaille Buaille, se hizo en 2013 con el prestigioso festival Runas de Ortigueira. “Quizá, el momento en el que supimos que habíamos ganado el festival fue el más emocionante de mi carrera”, describe Sanmartín.

No obstante, antes ya había dado un gran paso para convertirse en referente de la gaita también en Galicia. Fue en 2008, cuando publicó el libro O Pentafol y que fue presentado en Santiago de Compostela. En él, recuperó las partituras de un total de 418 temas típicos tocados a gaita gallega. Todo empezó en los 90, cuando Alberte comenzó a grabar esos temas en sencillos casettes. Fue el primero en hacer una recopilación de ese tipo. “Quiero hacer una ampliación de esta base de datos”, reconoce.

Sin embargo, la principal misión de este euskogalego no es otra más que “seguir trabajando por la mejora de la docencia en la gaita”, finaliza Sanmartín quien también ha enseñado que se puede amar y trabajar por dos culturas y dos patrias a la vez.