Nunca falla y ayer no fue excepción. Mentxu volvió a salir de su huevo y desde lo más alto del ayuntamiento de Santurtzi volvió a dar inicio a diez días de fiesta en los que ella volverá a ser una de las grandes protagonistas. No en vano es, sin duda alguna, la gaviota más querida en la localidad marinera, algo que se volvió a demostrar.

Los santurtziarras llevaban casi un año aguardando su vuelta y ayer a las 22.00 horas, ese deseo se hizo realidad. Muchos vecinos de la localidad, grandes y pequeños, integrantes de las cuadrillas que dan ambiente a los Cármenes aguardaban frente a la Casa Consistorial el mágico momento en el que Mentxu rompe el cascarón del huevo y trae el jolgorio al municipio. Antes, llegó el consabido pregón que, en esta ocasión corrió a cargo de la cuadrilla Golondriz. Este grupo creado en 2007 animó en su mensaje de inicio de fiestas a que “hagamos como siempre, algo que nos identifica y nos enorgullece; un pueblo que se divierte y confraterniza en paz y armonía”.

Paz, armonía, y todo ello con la mar muy presente como seña de identidad del municipio y con diversión para todos, se sea como se sea. “No hace falta dinero, no importan la edad, la raza ni el sexo. Solamente nos hacen falta ganas de disfrutar y pasarlo bien”, recordaron los pregoneros de estos Cármenes 2015.

Vaya que si lo pasaron bien antes siquiera de que diesen comienzo estas fiestas del Carmen que llenarán de actividad, música, pirotecnia y sentimiento de lo propio la localidad marinera. Las fiestas son una muestra del ADN santurtziarra y, en él, las sardinas que han puesto al municipio en el mapa tienen un lugar muy destacado.

Los santurtziarras están muy orgullosos de sus sardinas y estos manjares son la perdición de Mentxu. Por ello, como ya es tradición, los vecinos de Santurtzi hicieron su particular llamada a la mascota festiva desde las 19.00 horas asando sardinas en las 42 pailas que estuvieron diseminadas por la geografía santurtziarra.

Cuenta la leyenda que es el aroma a sardina asada lo que hace que Mentxu se decida a ir a la localidad marinera y comenzar a vivir diez días de fiesta y diversión. Las colas frente a estas pailas fueron interminables, mucha gente quería empezar a vivir las fiestas del Carmen con el sabor más genuino de la localidad en sus paladares.

Bajada mojada Con las fuerzas bien repuestas, llegó el momento de refrescarse para llegar completamente mojado al ayuntamiento para recibir a Mentxu. Así las cosas, desde Mamariga partió a las 21.30 horas la tradicional bajada mojada. En ella, se divirtieron tanto quienes se mojaban como quienes, desde algunos balcones, lanzaban agua para dar sustancia al previo festivo. El buen tiempo y el color ayudaban a que los baldes de agua supiesen mucho mejor y que llegar empapado al txupinazo fuese más placentero.

Con todas estas actividades previas, los santurtziarras volvieron a lograr su propósito: atraer a Mentxu, quien llegó al municipio para quedarse en él de fiesta durante los próximos diez días.