De la misma forma que ponerse en la piel del otro puede funcionar para adoptar otra perspectiva, condicionarse a uno mismo a pensar de una manera determinada, eludiendo las ideas negativas o atendiendo solo a las emociones, es igual de fructífero. Dicho ejercicio, convertido en método, fue desarrollado por el célebre escritor y psicólogo maltés Edward de Bono a través de los seis sombreros, un procedimiento que proporciona a las dinámicas de grupos herramientas para pensar juntos más efectivamente. Se trata de una fórmula que cada vez cuenta con más adeptos en Bizkaia, donde diferentes instituciones públicas y empresas privadas comienzan a integrarla en sus reuniones.

Aprovechando su presencia como ponente en el ICOT (Congreso Internacional de Pensamiento) que concluye hoy en el Palacio Euskalduna, Edward de Bono acudió ayer a la sede de BEAZ (Centro de Empresas e Innovación de Bizkaia), donde alrededor de cincuenta personas adiestradas en sus métodos pudieron escucharlo. Trabajadores de Osakidetza, de Formación Profesional o de EITB estuvieron en la recepción capitaneada por Donna Pace, su mayor embajadora en el Estado e instructora del Sistema de Pensamiento Bono, quien ha formado a decenas de profesionales vascos. “Es un placer tenerlo aquí, desde 2007 que no acudía a Euskadi en las giras que hace”, aseguró Juan Diego Casals, director de BEAZ, en relación a la presencia de De Bono.

El programador de software mental, como le gusta que le llamen, tuvo ocasión de dar una pequeña charla antes de que los presentes hicieran cola a la espera de un autógrafo. “Si la mente no tuviera un sistema de patrones tardaríamos cuarenta años para vestirnos por las mañanas”, aseguró De Bono, médico de formación. El experto en neurociencia, aseguró que el pensamiento humano es “excelente” pero “insuficiente”, por ello hizo apología del inconformismo -“Lo opuesto a la valentía no es la cobardía, es la conformidad”, declaró-; no en vano, sus ideas han sido desarrolladas con voluntad de buscar el progreso.

“Dado que a lo largo de estos años hemos basado nuestro pensamiento en la ciencia, que siempre busca la verdad, culturalmente no hemos desarrollado un tipo de pensamiento que dé valor y que busque soluciones de forma creativa”, opinó el autor de 85 obras traducidas a 43 idiomas. Entre sus ideas para encontrar soluciones poliédricas a los problemas que se plantean, destaca el método desarrollado en el libro Seis sombreros para pensar, publicado en 1985.

En él, propone un proceso de toma de decisión basado en seis sombreros que simbolizan diferentes formas de observar la realidad: el blanco induce a pensar de manera objetiva y neutral, el rojo sirve para expresar sentimientos sin necesidad de justificarlos, el negro empuja a ser crítico y discurrir en lo que podría salir mal, el amarillo insta a razonar de forma positiva buscando virtudes, el verde abre la posibilidad a soluciones de lo más creativas y, finalmente, el azul controla al resto de sombreros.

Vigencia

Conocedor de esa fórmula es Antton Irusta, bertsolari, escritor y profesor, que ayer deleitó a Edward de Bono con una buena dosis de creatividad al más puro estilo euskaldun. “Sus ideas son muy interesantes para aplicarlas en educación, donde no se le da demasiada importancia a la creatividad”, consideró el docente de Urretxindorra Ikastola, quien cantó un bertso e improvisó un pequeño relato para el padre del pensamiento lateral, a quien se lo tradujeron para que no perdiera la pista.

Entre los presentes también estuvo Inés Gallego, subdirectora de Innovación y Calidad del Hospital de Cruces, donde actualmente es común la práctica del método de los seis sombreros. “Lo usamos habitualmente en las reuniones. No hace falta aplicar todos los sombreros, si se quiere diseñar algo nuevo, por ejemplo, se comienza con el sombrero verde. Vamos todos en la misma frecuencia”, explicó Gallego, actualmente acreditada como formadora de este sistema con el título txapel-urdin (nombre que se da a los formadores vascos). Décadas después de su creación, profesionales como ella siguen dando vigencia al pensamiento de Edward de Bono.