Getxo - Un comerciante de Romo repartía ayer muestras de un perfume “en oferta” al pie de su tienda en la calle Ibaiondo. El olor fresco de la colonia se contraponía con el que inunda el barrio getxotarra, que convive con un hedor desagradable en el aire. “Esto apesta”, afirmaba con evidente tono de malestar Isabel, una vecina de la zona. Hoy se cumplen 25 días de huelga en el servicio de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos en Getxo.
Un recorrido por los barrios de la localidad, efectuado ayer por DEIA, refleja la huella que están dejando los paros en las calles pese a los servicios mínimos. Unos lugares, eso sí, muestran de manera más evidente las consecuencias del conflicto.
Una montaña de basura se levantaba en la esquina de la calle Ibaiondo con Santa Eugenia y Errekagane, en Romo. Es quizá uno de los puntos donde más suciedad hay concentrada de todo el municipio. “Estamos hartos, esto es insoportable. Y encima ahora, vienen días de buen tiempo...”, comentaba Asier. Además, por toda esta vía peatonal, una de las arterias comerciales de Romo, había esparcidos desperdicios, algunos muy incrustados en el suelo; también una bolsa de basura abierta se encontraba en medio del paso. Mientras este panorama decoraba el barrio, un operario de los servicios mínimos acudía pasado el mediodía a recoger los cartones generados en uno de los establecimientos comerciales. Pese a que la retirada de residuos se está llevando a cabo cada dos jornadas, Getxo se levanta cada mañana por cuarta semana consecutiva entre papeles, cartones y bolsas de porquería. El Gobierno vasco decretó que había que realizar el 50% de la recogida de sólidos urbanos de los contenedores y de residuos procedentes de comercios, en días alternos, rotativamente. La retirada de papel, cartón y envases se realiza, de forma rotatoria, un día de cada cuatro; y para la limpieza viaria, se fijó un servicio mínimo del 25% diario del servicio habitual en días alternativos por todo el municipio.
Ello no ha impedido que la basura se amontone sobre los adoquines. El centro de Algorta mostraba ayer la otra cara más afectada por el conflicto entre los trabajadores y la UTE formada por Cespa y Asaser. El corazón neurálgico del barrio, en concreto la parte alta de la calle Torrene ofrecía una panorámica “lamentable”, describía Ana. Los desechos se apoderaban del terreno y los contenedores de recogida neumática apenas eran visibles entre todos los restos. El aspecto de otras de las calles que dan vida al centro de Algorta también era desmoralizador. El panorama no era mejor en la parte de Andra Mari, ya que los focos de mayor movimiento de esta zona de la localidad acusaban la prolongación de los paros decretados por los trabajadores de Cespa y Asaser el pasado 9 de marzo. “Tenemos ganas de que acabe ya todo”, admitía Begoña.
La otra cara Sin embargo, otras localizaciones getxotarras no presentaban tan mala imagen. Por ejemplo, en los contenedores de las cercanías al Puente Colgante no había apenas basura alrededor. En el paseo del muelle de Churruca, la huella de la huelga tampoco estaba tan marcada. Sí lo estaba, por contra, en la Calle Mayor de Las Arenas. “Hay que enseñar las fotos al alcalde de cómo está esto”, intervenía con ironía una vecina.
Y es que el malestar entre la población era muy palpable. Los getxotarras claman por una solución que termine con la huelga indefinida en el servicio de recogida de basura, mientras las principales partes implicadas en esta problemática continúan sin determinar una fecha en el calendario para volver a restablecer la mesa de negociación. El comité de empresa mantuvo ayer dos reuniones con representantes municipales. Primero, los portavoces de la plantilla entregaron al secretario del Ayuntamiento una serie de folios en los que enumeran todos los trabajos concertados que no se han realizado, según los propios empleados, desde que entró en vigor el nuevo contrato de limpieza entre la UTE y el Consistorio. La segunda cita fue con el concejal de Urbanismo, Joseba Arregi. “Le hemos dado una plataforma con peticiones por debajo de las que teníamos”, señalaron ayer los sindicatos. De esta manera, el edil le transmitirá esas nuevas demandas a la empresa, que mantiene sus intenciones de diálogo abiertas, tal y como destacaron fuentes de la patronal.