BILBAO - Hace quince días que Juan Mari Aburto cesó en el Gobierno vasco para dedicarse en cuerpo y alma a conocer Bilbao. Su apretada agenda da fe de que el candidato nacionalista a la Alcaldía de la capital se lo ha tomado en serio. Se ha reunido con comerciantes, asociaciones, instituciones y cada fin de semana hace una ruta de cuatro horas por los barrios de Bilbao. Aburto anota cada sugerencia, propuesta o queja de los vecinos, en un cuaderno rojo y las propuestas de las asociaciones en uno negro. Se han convertido en el diario de notas de la villa. “No quiero prometer nada que no vayamos a hacer. Quiero comprometerme a escuchar, a estar en la calle, a contribuir a hacer un Bilbao más participativo, un territorio más solidario”.
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