Getxo - ¿Dónde están las llaves? Puede ser el pegadizo estribillo de una canción conocida por todos o la pregunta desesperada que muchos lanzan al aire una y otra vez. Para ellos han hallado la respuesta el erandiotarra Alex Sánchez y el getxotarra Carlos Brea, ideólogos de Where Is My...? (WIMy), una app que permite tener localizado todo aquello que el usuario desee no perder de vista: desde un niño o un perro hasta las llaves o la cartera. Al objeto, persona o animal se le coloca un dispositivo en forma de pieza de puzzle que posibilita que estén controlados en todo momento desde el smartphone (incluso donde no haya cobertura).

“El localizador te dice la distancia a la que se encuentra el objeto y la dirección que tienes que seguir para encontrarlo. Todo ello en un radio de 50-60 metros y con un coste de batería muy pequeño, de modo que lo que hay que hacer es cambiar la pila una vez al año”, explica Carlos. Él, o más bien, su sobrina, fue el punto de partida para poner en marcha este proyecto a través de una empresa registrada en Getxo. “El factor decisivo fue que tuve una sobrina que era como Daniel, el travieso, pero en chica y había que hacer algo para conseguir una pequeña ayuda, porque si no, siempre que la llevaba al parque o al cine se iba a cualquier lado y era difícil controlarla. Ese fue el germen”, cuenta Carlos, de 32 años. A partir de ahí, “nos pusimos a investigar a ver si había necesidad de un recurso así o era solo cosa nuestra, y vimos que había estadísticas que aseguraban que la gente pierde un año entero de su vida buscando este tipo de cosas. Los americanos, incluso, hablaban de que consumían una hora al día, de media, en estas situaciones”, agrega Alex, de 30 años.

El siguiente paso era averiguar si la tecnología permitía dar vida a este invento. “Queríamos que fuera apto para todo el mundo y por eso pensamos en que funcionara con los móviles. Justo surgió el bluetooth 4.0, que consume mucha menos batería que el normal, y con software y hardware se podía hacer”, describe Alex.

Una subvención de Diputación por el carácter innovador de WIMy en diciembre de 2013 prendió la llama y ahora, estos dos emprendedores llevan más de un año sumergidos en esta aventura, aunque todavía el producto no está a la venta. “Acabamos de obtener la certificación, tenemos un prototipo, y nos falta, entre otras cosas, empezar con la producción en serie”, apunta Carlos. Pero ese no es el único empujón que ha impulsado a la iniciativa, ya que este localizador fue el ganador de un concurso de emprendedores convocado por una entidad bancaria. Como premio, Alex fue a conocer Silicon Valley. “Llevan otro ritmo, es otra filosofía, la consigna del emprendedor hecho a sí mismo cala mucho más”, destaca. Este vecino de Astrabudua también pudo visitar la Universidad de Stanford. “Las sinergias que tienen entre universidad y empresa son bestiales. Eso sí que podríamos traer aquí”, señala.

‘Crowdfunding’ La iniciativa que encabezan estos dos jóvenes, y en la que están implicadas seis personas en total, se encuentra en una campaña de crowdfunding. “Las personas con pequeñas empresas o proyectos, en lugar de acudir al banco a pedir un crédito, van directamente a por los interesados y les hacen una preventa o les piden una donación a través de una plataforma web. Nosotros, si llegamos a obtener el dinero que necesitamos, cobraremos las aportaciones; y si no, no. Además, enviaremos el producto a un precio menor del que costará después. Ahora, lo ofrecemos a 25 euros para los 100 primeros interesados”, desgrana Carlos. Aparte de la vertiente económica, el crowdfunding posibilita “tener una relación más estrecha con el cliente, porque ahora, con el prototipo, la gente nos puede decir qué le parece, qué cambiaría...”, comenta Alex. Su página web es: www.wimyapp.com.