Bilbao - Por si estar asociado a la edificación del Museo Guggenheim no fuera suficiente para pasar a los anales de la historia moderna de Bilbao, Frank Gehry Zubia refrendará el innegable mérito del arquitecto canadiense respecto a la regeneración urbanística de la villa. El puente hacia el futuro, que unirá la isla de Zorro-tzaurre con Deusto, cuenta desde ayer con la primera piedra de una obra que previsiblemente estará finalizada entre agosto y septiembre del próximo año. “Estaba preocupado de que no me gustara el diseño del puente, pero me gusta, así que todo está bien”, bromeó Frank Gehry, recién llegado de Oviedo tras haber recibido el viernes el Premio Príncipe de las Artes 2014.
Durante el aurresku de honor -en el que Gehry cogió la txapela al vuelo-, el arquitecto canadiense acompañó a Ibon Areso, alcalde de Bilbao; Juan María Aburto, consejero de Empleo y Políticas Sociales, y Unai Rementería, diputado de Presidencia, que junto a varios representantes municipales, forales y gubernamentales acudieron al acto oficial. Tras la colocación de la primera piedra, dejando como testimonio un cilindro metálico con monedas en curso y un pen drive con los periódicos del día en formato digital, se descubrió una placa en la que se puede leer Frank Gehry Zubia y se le hizo entrega al arquitecto de una placa conmemorativa.
El invitado de honor, de muy buen talante y acompañado de su esposa -visiblemente emocionada durante la ceremonia-, ratificó una vez más su inclinación por Bilbao: “A principios de los noventa, cuando me solicitaron que diseñara en el Guggenheim me pidieron que hiciera algo similar al Sidney Opera House. Y eso daba mucho miedo, porque dije que intentaría hacerlo lo mejor posible. Fue entonces cuando me enamoré de los vascos, del patxaran, del txakoli, de la merluza, del pil-pil... ¿qué es pil-pil? Ahora considero a esta gente parte de mi familia”, señaló Gehry, por segunda vez en la capital vizcaina durante este año, ya que en febrero visitó la ciudad por la celebración de su 85 cumpleaños, ocasión que Iñaki Azkuna aprovechó para comunicarle, a través de un vídeo, que la primera pasarela de Zorrotzaurre sería un homenaje a su persona.
A su vez, el cariño de Bilbao por el arquitecto fue transmitido a través del alcalde Ibon Areso, quien atribuyó a Gehry el reconocimiento de la ciudad a nivel internacional: “Conocí a Frank mientras redactaba el Plan General de Bilbao, un plan muy ambicioso para cambiar la ciudad ante la muerte de la etapa industrial de los últimos cien años. Había dudas de si lo conseguiríamos, pero la colaboración de Frank hizo que ese cambio cogiese fuerza. El proyecto de Frank Gehry nos puso en el mundo con noticias positivas por primera vez”, señaló Areso, quien indicó que ese fue el acicate necesario para cambiar el ánimo colectivo necesario de cara a la nueva transformación.
Debido a las actuales vicisitudes económicas, el alcalde lamentó que en los últimos años se hayan pospuesto varios proyectos arquitectónicos como el de Jean Nouvel para el edificio Rag o la que pretendía que fuera la segunda obra de Gehry en Bilbao, en el número 22 de la calle Alameda Mazarredo. Asimismo, Areso disparó con pólvora del rey e indicó que una “solución que requiere un gran arquitecto como Frank Gehry sería esa perspectiva desde la calle Ajuriaguerra, mirando hacia el final, donde está el edificio protegido que acoge la sede de Promoción Económica de la Diputación y deja detrás unas horribles medianeras”. Una propuesta indirecta que fue acogida con regocijo entre los presentes.
Recuerdo imborrable
Por el momento, Frank Gerhy contará en Bilbao con un viaducto a su nombre con el que se salvarán los 75 metros de anchura del canal de Deusto. Elaborado por Arenas Asociados, el puente tendrá 26 metros de anchura y por él circularán tanto vehículos como peatones y ciclistas a través de sus cuatro carriles, aceras y bidegorri. “Este puente supone para nosotros un antes y un después, es el Bilbao del pasado y el Bilbao del futuro; eso lo hace el puente de Frank Gehry. Para nosotros va a ser muy importante tenerlo hay, muy presente”, señaló Rementeria.
“Frank Gehry Zubia será la puerta de entrada a la modernidad, a la sostenibilidad y a un nuevo espacio urbano e innovador que mantendrá Bilbao entre las urbes de referencia en todo el mapa internacional”, señaló Aburto durante el acto que una treintena de miembros de la Asamblea de Parados de Bilbao aprovechó para manifestarse fuera del recinto vallado. “Estamos empezando a materializar el proyecto más ambicioso y emblemático que afronta en estos momentos Bilbao: la transformación urbanística de Zorrotzaurre”, agregó el consejero de Empleo y Políticas Sociales, quien considera el puente “un símbolo de conciliación de instituciones públicas y privadas y de los intereses de la ciudadanía”.
“Será un recuerdo imborrable para nosotros, aunque espero que podamos contar con alguna cosa más suya. Frank, además, ha sido nombrado cónsul de Bilbao. Solo puedo terminar diciendo: Frank, te queremos, te queremos mucho”, declaró con franqueza Areso, después de exaltar la faceta más humana del arquitecto. El elogio fue compartido por Gehry, quien prometió regresar en cumplimiento a su palabra de vasco: “Una característica de los vascos que adoro es que cuando dais la palabra no hace falta dejarlo por escrito; es claro y sencillo, todo el mundo mantiene su palabra. Os quiero por eso. Te quiero Bilbao, volveré”.