Hablándose de la muerte, hubo vida
HUBO abrazos y miradas, hubo caras de asombro entre los cinéfilos de media tarde, reencuentros y saludos efusivos; hablándose de la muerte, hubo vida. Todo sucedió en la apertura del festival Zinexit, que estrenó Reconciliación, el documental inspirado en el libro de monseñor Juan Mari Uriarte, La reconciliación, rodado por Fermín Aio bajo el guión a cuatro manos de Maite Ibáñez y Begoña Atín y la idea original de Iñigo Camino. La historia que da pie a esta sucesión de diálogos descarnados se escribió con sangre, por desgracia. Ayer, durante la proyección, se percibía un nudo en la garganta de los presentes. Qué fuimos y qué queremos ser, así se resume esa sucesión de testimonios de las víctimas vivas, de los hijos e hijas de aquellos cuya sangre regó la historia de ETA, del GAL o del sector más duro de la policía.
No fue una proyección cómoda de ver, pese al fondo de esperanza que rezuma. Entre los presentes se encontraban algunos de los protagonistas. Nombres que duelen solo con recordarlos, nombres como los de Pilar Zabala, Maixabel Lasa, Andoitz Korta, Rosa Rodero, Cristina Sagarzazu, Jon Doral, Josu Zabaleta o Inés Núñez entre otros. Todos ellos salieron a primera fila una vez concluida la proyección, cuando Monika Hernando, directora de Víctimas y Derechos Humanos del Gobierno vasco, les llamó para que cosechasen el homenaje de los aplausos. En el patio de butacas se valoraba, sobre todo, su valentía y generosidad.
espectadores señalados Hubo, entre los presentes, nombres señalados. Entre ellos se encontraban los del lehendakari, Iñigo Urkullu, el alcalde de Bilbao, Ibon Areso; la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, Jonan Fernández, Aintzane Ezenarro, Juan Mari Atutxa, Unai Rementeria, Imanol Pradales, José Luis Sabas, Andoni Aldekoa, Ohiane Agirregoitia, Ain-tzane Ezenarro, Arantza Madariaga, Juan Ignacio Pérez, el hombre de cine, Luis Marías; Pedro Aurtenetxe, Irune Zuluaga, Pelayo Serrano; el letrado Txema Montero, Joseba Markaida, Pilar González, Gonzalo Olabarria, Maitane Leizaola, Enrique Santarén, en nombre de DEIA; Salvador Landa, Iñigo Iturrate, José María Amantes, hermano de Josu Amantes, Txirlas, un viejo militante de ETA; Mikel Mancisidor, de Unesco Etxea, junto al presidente de la Federación Española de Asociaciones de Derechos Humanos, Emilio Ginés, Asier Otxandio, Idoia Inoriza, Paul Rios, Itxaso Andueza, Juan Mari Gastaca y un sinfín de nombres propios que llevaron la tarde del brazo hasta la noche en un debate posterior a la proyección del documental. Se habló de los divino y de lo humano; se habló, insisto, de la muerte y de la propia vida.