EL arte y el color llenan de alegría la calle Carnicería Vieja del Casco Viejo de Bilbao. Se vende, se alquila o se traspasa, son los carteles que más se pueden ver en esta vía. Los locales que están en desuso han vuelto de nuevo a la vida. El Ayuntamiento de Bilbao y la UPV/EHU colaboran en la iniciativa que promueve Bitartean, que es un programa de intervención artística en los locales cerrados del Casco Viejo. El objetivo es revitalizar la actividad comercial y mejorar la imagen de la zona más antigua.
“Es importante dar vida al Casco Viejo y a todos los artistas en pleno siglo XXI dando color a la villa”, comentó el concejal delegado de Obras Públicas y Servicios, José Luis Sabas. Carnicería Vieja es una calle que está sufriendo la crisis económica. La actividad comercial se ve disminuida, porque en esa vía hay cuatro locales que están vacíos, sin ningún tipo de actividad.
Debido a la tristeza que supone una calle con pocos comercios abiertos de cara al público, la iniciativa trata de levantar el ánimo del barrio a base de arte, naturaleza en plena ciudad y colores alegres. Los estudiantes de la facultad de Bellas Artes han intervenido en cuatro locales con sus propuestas artísticas; aunque sean solo tres los participantes, ya que un proyecto ha actuado en dos locales contiguos.
Oportunidad de oro “Esta oportunidad es muy importante para los participantes, ya que es la primera vez que se enfrentan al trabajo real, es para lo que están estudiando. Son mucho más que las prácticas”, explicó el vicerrector del campus de Bizkaia, Carmelo Garitaonaindia. Cada uno de los tres participantes han invertido muchas horas de trabajo para llegar a tiempo a completar la creación.
El espíritu de estas propuestas es efímero en el tiempo. El destino final de los locales vacíos es su recuperación comercial y económica. Mientras tanto, para darles salida, se utilizan estos locales con un propósito artístico, a modo de escaparate para llamar la atención de la gente. Para no molestar en la operación de venta o de alquiler de los comercios, se decora todo el establecimiento, excepto la puerta. La iniciativa ha tenido una excelente acogida entre los vecinos y los propios comerciantes.
La calle Carnicería Vieja se ha sometido a una renovación de imagen. Concretamente, cuatro locales de esta vía. Los participantes que han logrado la transformación de los locales han empleado todo su ingenio y esfuerzo para llevar a cabo una idea apetecible y original.
Almacenes San Ignacio es el primer local que participa en la iniciativa Bitartean. En sus vitrinas aparece el cartel Se vende. En este comercio, el sorprendente cambio lo ha realizado un grupo llamado Chimpancés con tutú. La creación que ha llevado a cabo se basa en la lana, que cubre la superficie del local. “La idea de esta obra es que la lana arropa los locales, la calle y el barrio; además, hay que añadir la idea de tejer al concepto”, comentó una integrante de este grupo de artistas. El significado del material apela a lo tradicional de la tierra. Un producto tan natural y típico como la lana implica costumbre dentro del primer barrio de Bilbao.
Según se avanza hacia La Ribera, se encuentra Ciberlatinos, también en desuso. Pero, se aprecia una cortina con una imagen de un pub inglés de principios del siglo pasado. “El concepto es mezclar la realidad con la posible realidad, es decir, el local abandonado con la posibilidad de que éste se ocupe”, matizó el integrante del segundo proyecto, Juan Pablo Ordúñez. El único proyecto individual que había en esta edición. La cortina sirve para crear una ilusión óptica que simula el movimiento de un local en plena actividad comercial.
Colaboración Y casi al final de la calle Carnicería Vieja está el último local que participa en la reconversión comercial. En la fachada se puede apreciar, desde lejos, una huerta en vertical. Entre las plantas se diferencia perejil, menta, tomates y más frutos. “ Esta ilustración consiste en llenar de naturaleza y oxígeno el centro de una urbe con el objetivo de crear una especie de jardín botánico”, explicó el último grupo participante representado por Oihane y Victoria.
No obstante, la exposición de estos tres proyectos no tendría ningún sentido, sin la colaboración de los vecinos y de los comerciantes. La clave de que los proyectos sobrevivan en el barrio es el respeto por el trabajo de los demás.
Los materiales de los que están hechos las tres creaciones son muy delicados, y es fácil que las obras sufran algún percance. “Cuando te expones a enseñar tu arte en la calle, tienes que tener claro que en cualquier momento te la pueden estropear”, aclaró una integrante del grupo de artista Chimpancé con tutú.
La contribución de este tipo de iniciativas es “constructivo para nuestra sociedad”, afirmó el vicerrector del campus de Bizkaia. Los vecinos, comerciantes y turistas podrán contemplar estas creaciones hasta principios de septiembre. Al mismo tiempo, la emblemática calle del Casco Viejo disfrutará de un ambiente festivo, de actividad comercial y de colores vistosos.