LOS indígenas son el grupo humano más débil y evangélico, en lenguaje de Pedro Casaldáliga, figura clave en la historia del indigenismo moderno. Son guardianes de la selva, su estilo de vida respeta lo más posible el ritmo de la naturaleza y son un ejemplo claro del intento de freno a la explotación abusiva de la naturaleza con consecuencias fatales para el cambio climático. En su vivir diario, además, defienden una serie de valores que bien merecen un contraste con nuestra forma de vida. "A diferencia de lo que hacemos en el llamado mundo desarrollado, ellos no almacenan, no explotan la tierra y defienden su desarrollo normal en beneficio de la fauna y la flora", explica el misionero Josetxu Canibe, creador y alma máter, junto a Begoñe Ariño, de la ONG Yan Lur.
Para concienciar y sensibilizar a la sociedad vasca en general, y la vizcaina en particular, sobre la situación en la que viven los indígenas amazónicos y el papel que desempeñan en el cambio climático, Yan Lur instalará el próximo sábado 7 de junio una reproducción a escala humana de un poblado indígena en Enkarterri, a orillas del río Kadagua a su paso por la Kuadra-Olakoaga. Esa novedosa acción en este barrio de Güeñes será posible gracias a los numerosos voluntarios de Portugalete, Gordexola y de otras zonas de Enkarterri que se están encargando de la construir las chozas, las canoas, los instrumentos que utilizan... En definitiva, "una réplica de sus poblados", añade Canibe, satisfecho e ilusionado por la marcha de los trabajos para que todas las personas que se acerquen a La Kuadra puedan empaparse de la filosofía de vida de las indígenas.
Con este proyecto, Yan Lur (Yanlurasociacion@gmail.com y http://yanlur.blogspot.com.es/) mostrará, con una cierta aproximación, el modo de vivir de los indígena, cómo es el día a día de la comunidad: cómo se organizan, de qué viven, cómo viajan, cómo se alimentan, cómo se comunican entre ellos y con los distintos grupos y organismos... "Durante toda la jornada se realizarán visitas teatralizadas con las pretendemos enseñar aspectos básicos de la vida cotidiana del indígena, que es el eslabón más débil. Son los grandes olvidados, Sin embargo, nos dan un ejemplo de cómo vivir sin almacenar, sin explotar alusivamente el planeta", cuenta Josetxu Canibe.
"Pensamos que la gente está ya harta de tantas charlas y conferencias, por lo que ideamos esta acción en Enkarterri, que tiene todas las características precisas (campas, el río Kadagua, una gran extensión de verde...) para realizar la réplica del poblado y para que la gente que acuda pueda hacerlo bien en tren o en coche, ya que dispondrá de una explanada para aparcar sus vehículos", explica.
Sin olvidar la filosofía reivindicativa de la jornada, "a lo largo de todo el día habrá también actividades lúdicas como visitas guiadas por el poblado, viajes en canoa, cuentacuentos...", añade la secretaria de la organización, Begoñe Ariño.
Yan Lur lleva 6 años colaborando y "apoyando humildemente" a las poblaciones indígenas amazónicas. Josetxu Canibe, su fundador, recibió el Premio Hombre Norte-Sur del Ayuntamiento de Bilbao en 2008, en la primera edición del galardón, como reconocimiento a la tarea solidaria a favor de las personas débiles socialmente.
El experimentado misionero vasco ha pasado largas temporadas de su vida colaborando con el pueblo de Ecuador, con quien sigue manteniendo una colaboración activa al encargarse de la edición y redacción de la revista Los Ríos de Misiones Diocesanas Vascas
en favor de los indígenas En estos años, todos los que componen Yan Lur han llevado a cabo numerosas acciones a favor de las poblaciones indígenas de la Amazonia por diversas vías: recibiendo fondos de particulares, solicitando subvenciones a entidades públicas, sensibilizando a través de exposiciones itinerantes y charlas, y difundiendo la situación de los indígenas de distintos modos, a través de facebook, blogs, correo electrónico y medios de comunicación. "El dinero siempre llega directamente para los objetivos marcados por ellos mismos", remarca Begoñe Ariño.
Pillados de lleno como estamos en la brutal crisis, especialmente económica, reconoce el misionero vasco que el dinero dedicado a la ayuda internacional se ha reducido drásticamente también en Euskadi en más de un 30%. "Hoy sufrimos un bajón notable. Sin embargo, la población cada vez es más sensible en relación a la desigualdad social y no está dispuesta a que continúe. Por eso, el ambiente social está un tanto crispado y algunos ciudadanos destinan más medios a la ayuda exterior. Ocurre que las diferencias económicas siguen aumentando", reflexiona el misionero vasco.
En realidad, añade Canibe, nos movemos en una contradicción: ha crecido la sensibilidad social sobre la pobreza y, por otro lado, han disminuido los recursos dedicados a combatir la pobreza externa e interna. "En este momento, en pleno 2014, debido en parte a la crisis económica, es mayor el deseo de solidaridad que hace ocho años, cuando la sociedad vasca nadaba en la abundancia. No es preciso insistir en la importancia de los medios tecnológicos modernos para dar a conocer un mensaje y comprometerse con él. Algo de esto lograremos con la iniciativa de un poblado indígena-selvático junto al río Kadagua", dice, convencido.
La réplica del poblado indígena a escala humana del próximo día 7 de junio de junio en Enkarterri se convertirá en un homenaje a estos pueblos que son los auténticos los guardianes de la selva.