ES como un muestrario de terciopelo cargado de melodías. Como un escaparate luminoso repleto de sinfonías y notas musicales. Si existiera un lugar donde cada uno pudiera ir a escoger la canción de su vida, la banda sonora de su trayectoria vital, ese sería el Palacio Euskalduna. Sus entrañas acogen múltiples propuestas cargadas de ritmos eclécticos, donde los buscadores de melodías visten un día chaqué y al otro, chupa de cuero. Ayer fue una de esas tardes en las que merecía la pena pasarse por el Euskalduna para ver si sobre su escenario sonaba ese tema que uno decide hacer suyo. El concierto era guapo. Pero de verdad. La Orquesta Sinfónica de Euskadi echó el resto bajo la dirección de John Axelrod y con Alexandre Da Costa al violín. La OSE interpretó el Concierto para violín y orquesta de Tchaikovsky, y la Sinfonía nº4 de Schumann.
Desde prontito, los buscadores de melodías iban llegando al Euskalduna. Entre los madrugadores estaban Luisa María Arostegi, José Mari Morán, Luis Redondo, Luisa Mari Redondo, Mari Carmen Díez, Feli Nuño y Javier Pombo. Miren Malaxetxebarria fue otra de las asistentes. Justi Bijusca acudió al concierto con Maite Lizarraga, y no quisieron perderse esta cita con los clásicos, Carmen Cortés, Lucía Cortés y Mariela Escobar. Monserrat Auzmendi y Luis Márquez también disfutaron de esta tarde musical. Inés Pérez, Mari Ángeles Piñol, Arantza Gaztelurrutia y Mertxe Burgos estuvieron en el evento, así como María Luisa Ibarguren y Dori González. María Begoña Bernardo fue otra de las asistentes y allí estuvieron Esther Fernández, María Jesús Elorz y Teresa Aurrekoetxea.
Acudieron Ana Fernández de Cacho, Miren Aguirregabiria, Isabel Rodríguez, Pili Zabala, Ana Asua, Eva Muñoz, Mari Cruz Gandía, Ainhoa Gracia, Mari Sol Casado, Miren Ojanguren , Begoña Bergara, Ana María Saiz Urbieta, Juan Carlos Romeo, Conchita Larrarte, Marisa Hernando, Carmen Esgueva, Marian Muñecas y Cristina Martínez de la Cuadra.
Allí estaban Mari José Soto, Amaia Atxutegi e Iñaki Erize y se vio a Charo Iturriaga, Itxaso Olabarri, Miren Olabarri, Ana Menique, Ana Conde, Juan Luis Lapuente, María Dolores Martínez de Lagos y Covadonga de Andrés.
Todos tuvieron ocasión de escoger para la banda sonora de su vida entre el ingenioso Tchaikovsky y el intenso Schumann. Y si no, pues hoy es el turno de Sergio Dalma en el Palacio Euskalduna. Que también es un puntazo, oiga.