EL libro tiene apellido aristocrático, dicho sea con perdón de su autor, Julio Anguita, a quien no creo que le agrade el simil. Quiere decirse que tras el título general, Contra la ceguera, se añade una estela de cometa, Cuarenta años de lucha por la utopía. En realidad es una biografía política, resultado de largas conversaciones con el periodista Julio Flor. El viejo Califa de Córdoba, Anguita, repasa sus primeros años en la capital de la Mezquita como primer alcalde comunista de España, su etapa como diputado andaluz y su lucha a contracorriente como líder de IU. Un camino de rosas y espinas en el que este profesor de escuela metido a político tuvo que enfrentarse a Santiago Carrillo, a Felipe González, a José María Aznar, al rey Juan Carlos e incluso a sus mismísimos compañeros de partido. El libro es un saco sin fondo de jugosas anécdotas y de reflexiones que alzan la voz de la protesta. Anguita se ha confesado ateo muchas veces pero es un protestante de palabra. Es incansable, no cesa en sus quejas.

¿De qué ceguera habla Julio...? En la presentación de su obra lo dejó claro. "De una metafórica, por supuesto. De la más peligrosa que aparece cuando no se quiere ver, cuando se tiene miedo de ver y prefieres creerte los engaños. La ceguera forma parte de la complicidad". Y reconoció inspirarse en Mateo, el Evangelista, cuando dice "No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra". Eran palabras que oyó poco en los sermones de su época creyente, confesaba ayer en la Biblioteca de Bidebarrieta, donde no cabía un alfiler. Entre los que cogieron sitio se encontraban Javier Madrazo, Amaia Goikoetxea, José Antonio Quintana, José Luis Gomez, el fotógrafo Juan Flor, hermano del coautor del libro; Txema Martínez, Francisco Ruiz, el abogado Txema Montero, Fernando Zamora, Begoña Iturriaga, quien acudió en recuerdo de su abuelo, Juanito Iturriaga, quien pagó con su vida la militancia comunista; José Luis Aranguren, Carmen Ballesteros, Itziar Marañón, José María Pedrosa, Fernando Etxebarria, Antonio Hernández, Carlos Zarate, Toni Zabaleta y un buen número de gente inquieta y curiosa, de gente que milita en la rebeldía, en el inconformismo.

El libro, editado por La Esfera, es un viaje por la historia, una travesía a la que ayer se sumaron decenas y decenas de seguidores. Por la historia, sí. Pero también por la actualidad más rabiosa. No por nada, Juan Mariño, María Jesús Otaola, José Luis Beltrán, Julio Martínez, Iñigo Arriola, Nuria Suárez, Alberto González, Idoia Muguerza, Alvaro Martín o Luis Mendizabal entre otros, le escucharon hablar sobre el hoy. Por ejemplo, cuando señaló que sería de "inteligencia política" que el Gobierno del PP "facilitara la disolución" de ETA. "¿Por qué tienen que sufrir las familias?", se preguntó.

Pero también dio respuestas. A la crisis, sin ir más lejos. "Primero, es necesario que una parte de la población deje de meter la cabeza debajo del ala y se dé cuenta del escenario sombrío que nos espera. Hay que echarse a la calle y practicar la desobediencia civil, pero con proyectos".