Ingresa en prisión Juan Ramón Ibarra, exjefe de la Inspección de la Hacienda de Bizkaia
El exjefe de la Inspección de Hacienda de Bizkaia Juan Ramón Ibarra ingresó el pasado domingo en la prisión de Basauri.
BILBAO. El exjefe de Inspección de Hacienda de Bizkaia, Juan Ramón Ibarra, ha ingresado en prisión después de que el pasado mes de mayo el Tribunal Supremo le condenara a cuatro años y medio de cárcel por haber dado un tratamiento fiscal especial a cerca de 200 contribuyentes.
Según han confirmado a Efe fuentes próximas al caso, tras la sentencia del Supremo, Ibarra entró el domingo en la prisión de Basauri para cumplir la pena impuesta.
El Supremo consideró probado que el exjefe de Inspección de la Hacienda de Bizkaia cometió un delito continuado de falsedad en documento oficial ya que simulaba que más de 200 contribuyentes de este territorio estaban sometidos a una inspección que, sin embargo, no se efectuaba.
Esa resolución anuló la absolución a Ibarra por falta de pruebas que había dictaminado la Audiencia vizcaína y le condenó además al pago de una multa de más de 4.500 euros y a abonar las costas del proceso, cuya investigación comenzó en el año 2002 por parte de la Fiscalía Anticorrupción.
Ibarra, en su cargo de subdirector de Inspección de Hacienda desde 1989 hasta 2004, ordenó cargar en un programa informático a 209 contribuyentes vizcainos, de manera que cada vez que funcionarios del área de Gestión o inspectores actuarios pretendían acceder a ellos "se topaban con una traba" que les impedía la entrada.
Tras elaborar ese listado de contribuyentes, "el acusado creaba la mera apariencia de que iban a ser inspeccionados por él", si bien esa inspección "no se efectuaba".
Además, Ibarra "ordenaba introducir datos no reales dentro del sistema informático" para conseguir que algunos contribuyentes le fueran asignados como inspector, de ahí la falsedad por la que se le condenó.
El Supremo reprochó además que ese listado de contribuyentes creado para que nunca fueran inspeccionados perjudicaba al resto de ciudadanos "que sí abonaban los impuestos".
El tribunal eludió profundizar en las razones por las que Ibarra favorecía a ciertos contribuyentes, porque no hace falta constatar la motivación para probar el delito del que se le acusa.