Bilbao. PARA alguno de ellos es la primera vez que viaja a la India. Para otros es la segunda ocasión y para Manu Orozko, promotor de la expedición, es su sexto viaje. Da lo mismo las veces que hayan ido al país asiático. Todos están igual de nerviosos e impacientes por ver con sus propios ojos los proyectos de la Fundación Vicente Ferrer y Sonrisas de Bombay que han patrocinado a lo largo de 2013 desde El Rincón Solidario del restaurante Lepanto de Bilbao. La expedición está compuesta por doce personas, ocho hombres y cuatro mujeres. Hay de todas las edades. Desde un joven de 25 años a alguno que supera los 70. Se trata de un grupo muy heterogéneo, pero unido por el espíritu altruista. Hoy por la mañana han partido desde el aeropuerto de Loiu, vía Munich, rumbo a Bombay.
Manu Orozko es un conocido activista solidario bilbaino. Desde su restaurante, el Lepanto, han salido muchas ideas y proyectos para paliar las necesidades de los más necesitados. Se embarca y embarca a amigos y clientes del bar en muchas aventuras. Esta de la India no es nueva. Desde hace muchos años colabora con las ONG Fundación Vicente Ferrer y Sonrisas de Bombay. "A lo largo del año", señala Manu, "vamos recaudando fondos para los diferentes proyectos y ahora es el momento de ir a verlos, por eso este viaje siempre se gesta cuando los proyectos están ejecutados". Este año "han tenido la suerte", según resalta Manu, de recaudar 8.710 euros, "que da cobertura al mantenimiento de dos guarderías para 58 niños en Bombay" y cerca de 24.000 euros para una planta potabilizadora de agua en la región de Anantapur que hace posible que unas 3.000 personas tengan acceso a agua potable. El primero de los proyectos corre a cargo de Sonrisas de Bombay y el segundo, por la Fundación Vicente Ferrer.
Para este viaje se han apuntado doce personas. El número y los miembros de la expedición varían cada año en función de las disponibilidades de los voluntarios. En esta ocasión viajan Genaro Iglesias, que es el más veterano del grupo, Manu Orozko, Pedro Urigoitia y un hijo suyo, el más joven de la expedición, Gorka Cengotita, Begoña Crespo, Begoña Eizaguirre, Izaskun Bilbao, Hilario Santamaría, Yolanda de la Cruz, Loren Oliva, alcalde de Etxebarri, y el cocinero Fernando Canales. Sobre la incorporación al viaje del chef del restaurante Etxanobe, Manu Orozko comenta que "me dijo que le tuviera al tanto sobre las fechas en las que íbamos a ir, y en cuanto supimos le mandé un e-mail y no tardó ni tres minutos en contestarme que se apuntaba".
Plan de viaje El plan de viaje es muy sencillo. Tiene una duración de ocho días. Hoy han salido a primera hora de la mañana de Loiu hacia Múnich para coger un vuelo en la ciudad alemana que les llevará hasta Bombay. Allí permanecerán hasta el martes. "Visitaremos a la gente de Sonrisas de Bombay", dice Manu, "y también aprovecharemos para ver cómo vive la gente allí, en la ciudad". El martes cogerán un vuelo interno que les dejará en Bangalore y desde allí serán trasladados en coches hasta el campus de la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur, donde estarán hospedados el resto de la semana.
Una vez en Anantapur, los tres objetivos que se marca Manu son: "En primer lugar, conocer el proyecto; segundo, estar en nuestra escuela Eguillor, que siempre vamos a verla porque nuestros niños siguen creciendo, y tercero, visualizar lo que podría ser el siguiente proyecto". Un proyecto que podría estar relacionado también con el tema del agua "porque es una necesidad prioritaria para todo el mundo que vive en este planeta", sentencia Manu.
A pesar de haber estado cinco veces en Anantapur, a Manu Orozko le sigue impactando el "agradecimiento que tienen aquellas personas". "Son muy humildes, pero muy agradecidos", insiste, "pero lo más importante es que van saliendo adelante". Eso lo ha podido comprobar Manu desde la primera vez que fue a la India en 2005. "Yo creo que les han devuelto la dignidad", dice, "ya que eran personas que no se atrevían ni a mirar a los ojos, pero ahora, a base de educación y las buenas armas que tiene la Fundación Vicente Ferrer, esas personas van saliendo adelante y pueden ser médicos o maestros de escuela".
Y otro de los aspectos que más le impresionan a Manu es la hospitalidad de la gente. "Yo me siento como en casa", señala. En este sentido recuerda que Vicente Ferrer "solía decir que el quid de la cuestión era que los padrinos de la Fundación se sintieran como en casa cuando iban a Anantapur". Y eso hace que todo el que visita los proyectos que puso en marcha en su día el exjesuita catalán vuelva encantado. "La gente, cuando vuelve, se convierte en embajadores de la obra de Vicente Ferrer".
Impacto El idilio de Manu Orozko con la Fundación Vicente Ferrer comenzó el año 2005 cuando fue a la la India a conocerle personalmente. "Fue un impacto brutal", recuerda, "porque era una persona que daba una cercanía tremenda, una humildad incondicional y un saber estar que era como un imán, era un seductor de personas". Tras ver la infraestructura que la fundación tiene en Anantapur, Manu se fue comprometiendo en diferentes proyectos que promueve desde su restaurante. "Empecé con la Fundación Vicente Ferrer, pero luego fui abriendo poco a poco el arco y tras conocer a Jauma San Llorente me involucré también en Sonrisas de Bombay, que está haciendo una labor maravillosa".
Quien también conoce bien la obra de Vicente Ferrer es Genaro Iglesias, que viaja por segunda vez a la India. Desde que se jubiló, hace ahora siete años, Genaro colabora activamente con la fundación, pero destaca que ha sido "padrino y seguidor de Vicente Ferrer desde hace muchos años". Tuvo la oportunidad de viajar por primera vez a Anantapur en junio de 2012 con un grupo de jóvenes y profesores del instituto Botikazar de Bilbao. "Me quedé tan impresionado que siempre pensé que tenía que volver, y ahora se me ha presentado la oportunidad", señala Genaro. En esta ocasión quiere ver otros proyectos de los muchos que tiene en marcha la fundación y, por otra parte, la gran urbe que es Bombay. "He conocido la zona rural, pero también me interesa conocer cómo se trabaja en la India de los extrarradios de las grandes ciudades como Bombay". Pues ahora tendrá la oportunidad de conocer esa gran urbe y "Un pedacito de Bilbao en India", como reza en el El Rincón Solidario del Lepanto.