Los antecesores de los Altos Hornos
Señalizan con un panel informativo una ferrería del siglo XI hallada en la subida del monte Pagasarri El Ayuntamiento de Bilbao subvencionará en primavera una excavación para descubrir los restos
Bilbao
BILBAO y Bizkaia guardan una estrecha relación con el mineral de hierro. Fruto de esta unión, la capital vizcaina ha conseguido gran parte del esplendor e historia que atesora. Sin embargo, gracias a las investigaciones de un grupo de arqueólogos del Museo de la Minería del País Vasco se ha descubierto que esta relación se remonta tiempo atrás. Como prueba, los montes, testigos mudos del paso del tiempo; en este caso, el Pagasarri, en la zona de Arrastaleku, donde se han encontrado restos de una ferrería de monte del siglo XI, época plenomedieval -certificado por la prueba del carbono 14-, una instalación preindustrial capaz de transformar el mineral de hierro extraído de la naturaleza en metal, un sistema primitivo a los potentes Altos Hornos que iluminarían siglos después Bilbao.
"Es un día de celebración para la minería vizcaina", destacó Javier Franco, arqueólogo del museo y responsable del proyecto. Aunque también han localizado restos en Peñas Negras, en Ortuella, y en Muskiz, entre otros sitios, es en Bilbao donde se ha instalado el primer panel informativo de ferrerías del País Vasco debido a su ubicación y su buen estado de conservación. Próximamente se instalarán dos más. Uno en Gordexola, cerca de la muga con Araba, en dirección Okendo, y otro en el Parque Natural de Urkiola, en la zona de Akalarra, próxima al monte Saibigain.
El objetivo del Ayuntamiento de Bilbao, que ha contado con la colaboración de Euskotren, es poner en valor este tipo de hallazgos arqueológicos y divulgar su existencia.
170 ferrerías
Gracias a la exhaustiva investigación de un equipo de arqueólogos del museo de la minería se han encontrado 170 ferrerías en toda Bizkaia. Una decena de ellas está en Bilbao, en el arco de monte que va desde el Arraiz hasta el Arnotegui. "El patrimonio, si no tiene función, se acaba perdiendo", indicó José Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao, satisfecho por promover un interés extra dentro de las más de mil hectáreas de parque forestal con las que cuenta la capital vizcaina.
La zona de Arrastaleku, "una autopista del monte", bromeó Sabas en referencia a la cantidad de gente que pasea por la zona, guarda un pasado ligado al hierro. En el siglo XI, "en la etapa anterior a la fundación de la villa de Bilbao en esta zona había un bosque de robles" y de ahí sacaban el combustible los ferrones. Estos desempeñaban "un trabajo muy especializado", y mucho más habitual de los que se pensaba, según apuntó Franco. Transformaban la materia prima, el mineral extraído en bruto de la naturaleza, para posteriormente convertirla en hierro metálico apto para la forja de aperos, armas y otros objetos sin energía hidráulica. Los antiguos ferrones pasaban varios días en estos lugares. Primero construyendo los hornos y, después, vigilando día y noche la combustión. Lo hacían a través de un taller al aire libre con uno o más hornos de reducción en cuyos diversos procesos productivos interviene directamente la fuerza humana. Precisamente esto es lo que esperan encontrar el próximo mes de mayo, cuando el Consistorio bilbaino subvencione la excavación para dejar al descubierto la ferrería. "Primero vamos a hacer una magnetometría para ver en qué estado está, pero esperamos encontrar un horno de reducción", indicó Franco.
Con esta labor investigadora, Javier Franco pretende "poner cara" a la historia para desterrar "la mitología que acompaña a estos yacimientos". En este sentido, el arqueólogo aseguró que "el nombre que tiene en euskera -haizeola- pertenece a la mitología porque se pensaba que las ferrerías se situaban en lo alto de los montes debido a las corrientes de los vientos para la refrigeración de los hornos, pero después de un estudio que hemos hecho sobre los vientos históricos de la zona se ha visto que no es así", desveló.
Por otro lado, el apelativo "de monte" que se aplica a este tipo de yacimientos se refiere al entorno montañoso y generalmente aislado en el que se ubican, como laderas, collados o valles. Además, la presencia de agua en las inmediaciones, como el arroyo que pasa junto al escorial, era necesaria en varias fases del proceso -lavado de mineral, construcción del horno y forja-. A partir de ahora, la "autopista del Pagasarri" añade un atractivo más a su ruta.