Bilbao. La línea 3 del metro tendrá varios hitos en su haber cuando entre en servicio. Algunos son negativos, como ser la primera cuya construcción subterránea ha tenido que desviarse para evitar una zona inestable, pero otros son positivos y novedosos.

El que más llama la atención es que uno de los dos accesos que permitirá alcanzar los andenes de la estación de Zurbaranbarri se encuentra encastrado en los bajos de un edificio de viviendas de la calle Zumaia, al más puro estilo del metro de Londres.

Es la primera vez que una boca de acceso al entramado del suburbano se ubica dentro de un bloque de pisos como si de una lonja se tratara. De hecho, su ubicación en el número 35 de la mencionada calle pasa ahora totalmente desapercibida cuando se coloca la puerta de obra que impide su utilización. Se da además la circunstancia de que al lado del hueco en forma curvada se ubica el portal del bloque de pisos que acoge el acceso. El recorrido desde el exterior hasta llegar al punto por donde circularán los trenes es prolongado por lo que se instalará varios tapices rodantes, idénticos a los existentes, en el acceso de Unamuno al Casco Viejo, para facilitar el tránsito a los viajeros.

Otra de los elementos distintivos de este trazado es que será gestionado por Euskotren y no la sociedad Metro Bilbao. Los trenes serán diferentes pero los horarios, el servicio y las conexiones serán idénticos a los que se presta en la actualidad en las líneas 1 y 2.

Los futuros usuarios no notarán diferencia alguna. El nuevo trazado mantiene el estilo Foster en sus tres estaciones subterráneas con la estación de tipo caverna y dos distribuidores en cada lado para que los usuarios bajen o suban a los andenes. Ademas, modifica una ya existente, la de Matiko, y crea otra de nuevo cuño en superficie, la de Etxebarri. Una parada esta última que tiene como elemento complementario un elevador en plano inclinado que permitirá a los vecinos del barrio de San Antonio contar con una conexión directa con los andenes de la nueva estación. Los tres años transcurridos desde el inicio de los trabajos han permitido que toda la obra civil esté concluida excepto dos puntos. Uno es el mencionado tramo que acoge la estación de Txurdinaga y que se está construyendo entero por un nuevo trazado que evite la falla inestable. El segundo es la parada del Casco Viejo, un punto de conexión con las líneas 1 y 2 del metro y que se va a levantar entera nueva sobre los actuales andenes de Euskotren.