Gordexola. Cuando la monográfica de asno de las Encartaciones comenzó a celebrarse cada primer domingo de diciembre dentro de la feria de San Andrés y La Inmaculada de Gordexola se presentaron al concurso "apenas una docena de animales". José Ramón Urkijo lo recordaba ayer al recoger el premio al mejor burro del certamen, que fue a parar a Zalla junto con el reconocimiento a la mejor hembra de esta raza para José Ángel Gauna. Ambos sellaron, así, el triunfo por todo lo alto de la comarca.
Hace dos décadas los asnos corrían serio peligro de extinción, lo que condujo al nacimiento de la Asociación Para la Defensa del Burro de las Encartaciones, Adebuen. Gracias a su implicación y la de los ganaderos, la población de asnos autóctonos crece progresivamente mientras el último encuentro ganadero del año en la comarca mantiene su atractivo en el calendario vizcaino. Son ya 23 las ediciones de la muestra de ganado local de una feria "muy especial que cuenta con dos monográficas", según señaló la diputada de Agricultura, Irene Pardo. En la de vaca frisona participaron medio centenar de reses y la de asno autóctono de la comarca reunió a más de cuarenta ejemplares. Exposiciones de vacas pirenaicas y limusinas, así como ovejas latxas, carneros y caballos completaron el despliegue del sector primario ayer en Gordexola.
Tal y como destacó el conductor de la entrega de premios, "si algo hace única esta cita es la monográfica de burros de las Encartaciones". Estos animales de poco más de un metro de altura que tratan de recuperar su sitio en los caseríos conquistaron a las miles de personas que dieron una vuelta por la parte trasera del frontón Beraskola a lo largo de la mañana.
El jurado designó a Jalisco el mejor de la feria. Es un burro de siete años que pasta junto con los otros 15 que cría la familia Urkijo en Aranguren, Zalla y cumple a la perfección con los estándares de la raza: "color negro o rojizo con blanco en el hocico y la tripa, cabeza pequeña y una altura que ronda los 1,20 metros", describió José Ramón Urkijo -quien recogió el premio a la mejor hembra en nombre de su amigo, José Ángel Gauna-. Lo acompañaba su hijo Unai, que ha heredado el aprecio por los asnos encartados. "Aunque la Asociación Adebuen y el Ayuntamiento de Gordexola apuestan fuerte por recuperar la población, todavía no podemos asegurar que haya pasado el peligro", aseguraron. Todo porque las tareas que desempeñaban en el hogar hace años han desaparecido casi por completo. "Yo he visto a los burros bajar la leche al pueblo", rememoró José Ramón Urkijo.
polémica Ahora el uso de burros y animales en carreras y fiestas populares genera polémica para quienes lo entienden como una forma de maltrato. "Esa postura me parece muy mal, porque en parte si los burros encartados no se han extinguido se debe a que los chavales los crían con esa intención", añadió.
Debates aparte, para la Asociación Adebuen, el hecho de que la monográfica de burro encartado de Gordexola cumpla el próximo año 20 ediciones significa que el asno sigue recuperándose. Ahora mismo hay unos 250 ejemplares entre machos y hembras y cada vez más criadores guipuzcoanos y alaveses que vienen a la feria y se interesan por la raza", según el alcalde de Gordexola y presidente de Adebuen, Iñaki Aretxexerra. Pero ayer Zalla se llevó los principales honores.