Durango

Recoger en una exposición el trabajo de los últimos cuatro años con el objetivo de "reflejar el misterio de la realidad". De este modo se puede definir la muestra que ofrece Xabier Gaztelumendi en el museo de Arte e Historia de Durango. Nacido en Durango y residente en Madrid desde niño, el artista presenta su exposición en la que recoge pinturas sobre lienzo, tabla y dibujos al carbón. "Es un trabajo autobiográfico. Suelo representar a gente que conozco y que me interesa, tanto su personalidad como su fisonomía, en entornos en los que vivo y reconozco bien. De esta manera, puedo trabajar con mayor libertad. Creo haber encontrado mi mundo y la realización de los temas surge de forma natural. Otras muchas ideas quedan en mis cuadernos", explica el artista, de 29 años.

La selección consta de 34 obras, divididas en varias zonas. Una de ellas, la más actual, recoge los últimos trabajos del artista que se caracterizan por ser dibujos con fondos más limpios y neutros que tratan temas actuales como pueden ser la crisis o la muerte. Por otro lado, también aparecen retratos de sus padres, sobrina, novia, el sofá de su casa o diferentes paisajes frecuentados por Gaztelumendi, que pretenden reflejar una realidad más cotidiana y personal del autor. Esta parte más personal y cercana, da paso a otra más psicológica, reflexiva y metafísica. "Los títulos de los trabajos no están cerrados para que la gente interprete lo que crea. Trato de sacar a la luz la verdad sin maquillaje, con la mayor honestidad y profundidad posible. Es preciso que el tema te absorba y emocione por completo. Saber sentir e intentar vislumbrar el misterio de lo que nos rodea es mas importante que saber dibujar o pintar; sin este motor no vale la pena ponerse. Cuanto más te concentras, más rápido surgen las ideas que se esconden en tu mente", apunta.

En un entorno familiar plagado de artistas, resultó prácticamente imposible el no dedicarse a este mundo. Y es que con un padre anticuario, y una madre, especialista en Goya y Velázquez, el futuro del joven parecía predestinado al arte. Finalizó los estudios oficiales de Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la E.S.C.R.B.C. de Madrid (Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales) en la especialidad de pintura. Su formación como artista plástico comenzó en la Fundación Arte y Autores Contemporáneos en Madrid. Además, fue seleccionado para la IV Cátedra Extraordinaria en el Museo de Albacete impartida por Antonio López y el año pasado realizó una copia directa en el Museo Nacional del Prado. "Al principio me costó pintar con tanta gente mirándome. Al segundo día ya estaba tranquilo, me acostumbré y pude disfrutar", recuerda el durangarra.

En lo que a sus referentes se refiere, se queda con Velázquez, Rembrandt, Ribera, Carbonero, Pinazo, Fortuna, Sargent y Sorolla. Además, estudiar de cerca las colecciones del Museo del Prado se ha convertido en un ritual antes de comenzar nuevas obras. Las teorías de Francis Bacon, Lucian Freíd y Antonio López, entre otros, forman parte del estudio diario y aprendizaje del artista.

Los interesados en presenciar el trabajo de Gaztelumendi, podrán visitar la exposición hasta el 3 de diciembre en el museo de la villa. La intención del durangarra es que la muestra se convierta en itinerante y poder mostrar así su trabajo en diferentes salas. "Es un autentico lujo poder exponer en casa. Se trata de una exposición muy personal y serán muchos los que la comprenderán al verla y otros se quedarán solo en la superficie. Trato de buscar un equilibrio entre la calidad técnica y la profundidad de los temas, intentando captar el misterio de la realidad", zanjó el artista.