La vuelta al mundo en cinco vinos
Puede darse la vuelta al mundo en cinco vinos? La respuesta es sí, sobre todo si ejerce de guía el enólogo Xavier Monclús, responsable de enología en Europa del grupo LVMH o, dicho sea para impresionar, el grupo Louis Vuitton Möet Hennessy. A nada que uno cierre los ojos y deje volar su imaginación, ayer mismo sucedió en el txoko del Parque Tecnológico de Zamudio. Las palabras del viejo tío William (Shakespeare, para los más despistados...) retumbaban entre aquellas nobles paredes mientras Xavier ponía en verso la prosa recia del vino. Oigámosle, imaginándole con los ojos fijos en el hondón de una frasca: ¡Oh, tú, invisible espíritu del vino, si no tienes otro nombre con el que puedas ser convencido, deja que te llamemos demonio!
Más que Satanás, los vinos probados ayer en la cata tecnológica, organizada por Aisiatek, una asociación recreativo cultural que brota en ese mismo parque y que dirige Iratxe Madariaga, eran angelicales. Desde el australiano Cape Mentelle de uva shyra, al argentino Terraza de los Andes, un vino singular elaborado con uva malbec, criada en unas cepas plantadas en altitud y que beben, a cuentagotas, del deshielo de los Andes, pasando por el merlot de Newton, un vino elaborado en Napa Valley (California) cuyas vides se plantan, de espaldas al sol y en las crestas de la campiña californiana, pasando por dos extraterrestres de Toro, el Numanthia y el Termanthia, el favorito de quienes acudieron a la cata (está ente los veinte mejores vinos del mundo), si se descuentan el salmón y el bonito ahumados de Keia que llevó Gaxen Ortuzar.
Entre los presentes se encontraban Imanol Martínez, Álvaro Etxaniz, María Luisa Lupardo, Josu Loroño, Enrique Thate, quien surtió a la cata de charcutería alemana; Arturo Trueba, Madalena Suárez en nombre de la ABAO, Joseba Urbieta, Itziar López de Armentia, Isabel Diéguez, Fernando Bovedilla, Patxi Fernández, Juanjo Baños, Jesús Murga, Txema Bargos, Javier de Muerza y un sinfín de presentes que escucharon, de una elegante cata, noticias sorprendentes. Por ejemplo, que la archifamosa guía Parker es una suerte de filoxera del vino, un mal que iguala tantas y tantas botellas o que el corcho solo contribuye a la crianza del vino a partir de los veinte años.