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Los civilizados hijos de Moloch

Los civilizados hijos de MolochDavid de Haro

Una lectura fenicia de la realidad invita a pensar que el oficio del comerciante consiste en traer una cosa de donde abunda a donde escasea; en un ir y volver permanente para que los frutos y bienes de la tierra se repartan. Digo lectura fenicia porque aquel pueblo de mercaderes y navegantes se considera la raíz del comercio de hoy en día, aunque poco tenga que ver con aquellos idólatras del sanguinario dios Moloch, un ser con cuerpo de hombre y cabeza de toro al que ofrecían sacrificios infantiles para tener buenas ventas. No hay un solo comerciante de Bizkaia, válgame Dios, que hoy esté dispuesto a semejante barbarie, por mucho que en la cena de gala de Cecobi, la patronal del comercio que preside Pedro Campo, celebrada ayer en el hotel Carlton, se oyese el runrún de un río que baja bien cargado de lamentaciones. No corren buenos tiempos, no, para las ventas. Pero quizás sea mejor invocar a los políticos, al renacimiento del consumo, antes que al terrible Moloch. Serán sus descendientes, visto con ojos mitológicos, pero mucho más civilizados.

No empañemos una noche alegre como una letanía de males que suenan a llanto de plañideras, por mucha verdad que lleven a sus espaldas. Ayer se celebró la XVII edición de una cena que congrega a comerciantes procedentes de las cuatro latitudes de Bizkaia. A un paso de cumplir los treinta (Cecobi llega a esa edad el año próximo...), en esta ocasión decidieron no agasajar a comercios y comerciantes que han dejado huella en esta tierra, como acostumbran. Para esa noche lucieron lentejuelas de nostalgia y la chaqueta oscura de los recuerdos con la proyección de un vídeo en el que se recordaban anteriores distinciones. A esa sucesión de imágenes se unió otro audiovisual, un emotivo homenaje a Iñaki Azkuna, asiduo comensal en estas noches. Los presentes lo vieron con un nudo en la garganta.

Entre ellos se encontraban, amén de Pedro, los dos vicepresidentes, Montxu Martínez y Antonio Monasterio; la viceconsejera Itziar Epalza, el diputado Imanol Pradales, el brazo derecho de Azkuna, José Luis Sabas, Julio Alegría, enfrascado en la organización del mundial de pádel en Bilbao, Mariapi Alza; el presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, Mikel Torres, alcalde de Portugalete; Josu Bergara, alcalde de Sestao; Iñaki Garcinuño, presidente de Cebek, Jon Andoni Zarate, director de Comercio, José Luis Erezuma, Julián Gómez, Xabier Olmo, Jon Aldeiturriaga, Julia Diéguez, Julio Aristin, Juan Mari Bilbao, Jon Ibarra, Igor del Busto, María Jesús Gómez, Kosme Bibanko, junto a su hijo Kosme y su nieto, Aitor; Begoña Martínez, Marta Palacio, Toribio Martín, Nerea Ruiz, Lorena Romero, Jesús Cobo, Jabier Aranburuzabala, Jaime Fernández, Ángel Serna, Carmelo Lezana y un buen número de gente ligada al rocambolesco mundo de la compra venta, cada día más complejo de entender.

Fue la tarde echándose a dormir y en la cena se encontraron Juanjo y Julen Aurtenetxea, Fran Aspiazu, Ana Churruca, Inés Monguilot, Miriam González, Estefanía y Leticia Campo, Jon Ibarra, Javier Gregorio, Julián Ruiz, Mikel Aranaga, María Irigoyen, Ángel Manrique, Maite Lazangorta, Patricia Cortizas, en nombre de Mercadona, que ya ha comenzado la cuenta atrás para su instalación en Vitoria (habrá que preguntarle a Jon Aspuru...), Iñaki Irusta, Joseba Ramos, Karmele Respaldiza y así todo un elenco de comerciantes de primera.