Elorrio
AL son de los acordes de la trikitixa y del pandero. De este modo comenzó la jornada festiva ayer en el centro asistencial Zumelegi de Elorrio. Y es que la residencia celebraba sus veinticinco años de andadura, un aniversario que lejos de pasar por alto, quisieron festejar y compartir en el mejor de los ambientes y compañía.
Ataviados con camisetas verdes, las treinta y cinco personas que actualmente acuden al centro para recibir atención integral e individual en los cuidados especiales que necesitan invadieron los jardines del Palacio Otsa, recinto que alberga en la villa las dependencias del centro. Y no estuvieron solos, sino que disfrutaron de la fiesta en compañía de amigos y familiares, así como de las personas que cada día desarrollan su actividad en el centro y de compañeros de otras residencias. "Este veinticinco aniversario de la residencia ha servido para abrir sus puertas, recibir la visita de vecinos de Elorrio, de trabajadores y personas de otros centros. Al fin y al cabo, es un día especial para todos: para los usuarios, porque supone una actividad lúdica, y para el Instituto Foral de Asistencia Social, porque es la celebración de una buena gestión", destacó al respecto Pilar Ardanza, diputada de Acción Social.
Los actos
La agenda festiva organizada para ese día arrancó al mediodía, con una exposición de fotografías en la que se plasmaban algunos de los momentos y actividades vividas por quienes, a lo largo de estos años, han pasado por la residencia. La muestra se completó con otra exposición, esta vez a cargo de las manualidades realizadas por los usuarios que frecuentan el centro asistencial en la actualidad.
Ya metidos de llenos en el bullicio de la fiesta, los protagonistas del día y demás invitados pudieron degustar un lunch, con el que muchos, tras una buena sesión de baile, repusieron fuerzas para seguir disfrutando de jornada. De hecho, durante la tarde, la alegría no decayó, ya que el centro contó con la visita del famoso Mago Oliver, tras cuyo espectáculo de magia pusieron punto y final al día con una chocolatada.