Uno de los grandes, de los más grandes, fue Henry Cartier-Bresson. No por nada, sus biógrafos le bautizaron como el Ojo del siglo XX, aunque él iba más allá de ese órgano. A aquel hombre, al primer periodista occidental que pudo visitar la Unión Soviética tras la muerte de Stalin, se le escuchó decir lo siguiente: "Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje". Quizás por eso confesó que le interesaba más la vida que la propia técnica fotográfica.

Hoy dos historias sacadas del álbum de la fotografía se entrecruzan. Por un lado, el edificio de Juntas Generales que se levanta en Hurtado de Amezaga acoge, desde ayer, la muestra fotográfica que ilustra el Trofeo Argizaiola 2013, con la imagen ganadora de Carlos de Cos, una bandada de triatletas a un paso de lanzarse al agua como eje central de la exposición. El trofeo, organizado por la Federación de Agrupaciones fotográficas del País Vasco que preside Juan Armentia, es todo un veterano: nació en 1973 y tras unos años de olvido, ayer celebró su trigésimo tercera edición. El ganador explicó cómo nació esa instantánea en una proyección, charla y coloquio junto a los accésit Luis Pontijas y Miguel Cabezas, con Jon Andoni Atutxa e Iñigo Camino como anfitriones en el propio edificio de Juntas y en el marco de BilboArgazki 2013. Los tres parecen partidarios de la fórmula de Henry.

También lo es el fotógrafo de DEIA, José Mari Martínez. De su mano y su inspiración han nacido las fotografías que dan vida a la exposición conmemorativa del décimo aniversario de Organik. La muestra Organik, 10 urteko ibilbidea, que acaba de ser presentada en la sala Torrene del aula de cultura de Getxo, nace con la vocación de plasmar en imágenes la trayectoria de diez años de dedicación a la danza de la única compañía de danzateatro profesional de Getxo. El fotógrafo les ha acompañado en su singladura, empapándose tanto que se diría que sus imágenes bailan. Es el corazón de Bubu el que lo hace.

A la inauguración de la muestra, amenizada por las ilustraciones musicales de Borja Barrueta, Ernesto Maestro y Jon Ander Garamendi, acudieron Natalia Monge, Begoña Krego, Helena Golab y María Martín entre otras bailarinas, Patxi Pascual, Miriam Martxante, Javier Monge, Mikel Rico, Matxalen Bilbao, Ana Henry, Gonzaga Gómez, Rafael Marco, Paxi González, Pilar Andrés, Izaskun Santamaría, Jon Urraza, Iván Alonso, Eneko Balerdi, Gorka Lasa, Jesús Muñoz o Alex Cantó entre otros. Todos ellos festejaron la sensibilidad de José Mari a la hora de captar los latidos del baile para contar, al compás, los diez años de vida de Organik.