Bilbao. Los vizcainos se han volcado con la Cruz Roja. Y no solo en el Sorteo del Oro, que ha incrementado este año su recaudación, o el Día de la Banderita, cuyas últimas ediciones han superado todas las expectativas de sus responsables. Los vizcainos también están dispuestos a arrimar el hombro y dedicar parte de su tiempo libre a ayudar a los más necesitados. En lo que va de año, la asociación ha dado de alta a casi 350 nuevos voluntarios que, sobre un volumen de 2.800 en activo, es una cifra más que significativa. "Los ciudadanos del territorio son muy solidarios y el ver la crisis tan de cerca hace que se motiven aún más. Estamos muy satisfechos", asegura la responsable de Voluntariado de Bizkaia, Belén Atxutegi.

El carácter voluntario de sus colaboradores es una de las señas de identidad de Cruz Roja. Ellos conforman el "motor principal" que permite llegar a atender a tantas personas que están en una situación de desprotección. Pero el tiempo de voluntariado es limitado, aunque hay gente que ofrece su tiempo durante muchos años, por lo que siempre se necesita savia nueva. "Muchas veces la gente se acerca a las bases por iniciativa propia, pero también hay otros a los que hay que animar, darles un empujoncito", explica Belén Atxutegi. El año pasado acudieron a las sedes de Cruz Roja, en busca de información, unas 900 personas; de ellas, 540 pasaron a formar parte de la red de voluntarios, "un porcentaje del 60 o el 65%".

Por ello, se ponen en marcha campañas de captación y sensibilización como la que, desde mayo y hasta el 5 de diciembre, jornada en la que se conmemora el Día Internacional del Voluntariado, quiere poner en valor Del efecto mariposa al efecto voluntario. El título hace referencia al discurso de Kofi Annan, secretario general de la ONU, cuando recibió el Nobel de la Paz, que subrayaba que el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tormenta en Nueva York. "Algo similar ocurre con el voluntariado; son pequeñas acciones que permiten lograr grandes cambios: se previenen conductas violentas, se generan hábitos saludables, se potencian iniciativas para el autoempleo en personas con dificultades para la reinserción social...", enumera la responsable de Voluntariado.

Aumento importante Cruz Roja Bizkaia cerró el año pasado con 8.397 voluntarios inscritos. Sin embargo, de ellos únicamente 2.769 están activos. "El resto son esporádicos. Si ocurre algo les podemos llamar, no quieren desligarse de la asociación", relata la responsable de Voluntariado. A lo largo de 2012, se sumaron 448 voluntarios nuevos, una media de 37 al mes. Una cifra que este año se ha disparado: en los siete primeros meses de 2013 ya han sido 348 (casi 50 al mes) las personas que apuestan por trabajar por y con los más vulnerables.

La situación de crisis ha hecho que las necesidades sociales se hayan multiplicado y, con ello, también la urgencia de contar con más manos para ayudar. Y la sociedad ha superado esta difícil prueba con nota. "Los vizcainos han respondido de forma extraordinaria, no hay más que ver las cifras, muy altas. Somos muy solidarios. Hay mucha gente que cuando viene a la oficina te lo dice directamente: Estamos viviendo un tiempo tan malo y hay tanta necesidad que el poco tiempo que tengo lo quiero dedicar a la gente que realmente lo necesita", relata Atxutegi. "El perfil de pobreza ha cambiado muchísimo; ahora puede ser el vecino del quinto el que se encuentra, de la noche a la mañana, durmiendo en la cama. Lo tenemos muy cerca y eso a la gente le ha llegado especialmente". También están incorporando a sus filas a personas que se han quedado en el paro y que quieren invertir parte de ese tiempo que ahora tienen libre para colaborar con ellos.