BILBAO. La eliminación del scalextric es otro de los hitos históricos que va a vivir Bilbao casi de forma paralela al derribo del antiguo San Mamés. En poco más de una manzana, la ciudad está dispuesta a cambiar totalmente su fisonomía. Ayer, a las 11.00 horas, los operarios comenzaron a descolgar los paneles informativos que hasta entonces anunciaban la entrada hasta el Sagrado Corazón y Deusto. El scalextric habrá desaparecido totalmente para enero de 2014. Los materiales de derribo serán reutilizados en obras que se realicen en el resto del territorio y Bilbao ganará 20.000 metros cuadrados, que se transformarán en un bulevar que fomente la vida social.
El coste de los trabajos no superará los 2,6 millones de euros por un trabajo que devolverá la tranquilidad a los miles de vecinos del entorno. De esta manera, se cumple el compromiso electoral que asumieron en su día el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna.
Dentro de un año, la configuración de esta zona de la villa no tendrá nada que ver con su aspecto actual, pero el cambio se realizará consensuado con los vecinos, que podrán aportar sus ideas para el nuevo espacio.
Durante los seis meses que duren los trabajos de derribo de los antiguos accesos, una oficina instalada por las empresas adjudicatarias informará a los vecinos de la zona sobre el desarrollo del desmontaje del scalextric.
La diputada de Obras Públicas, Itziar Garamendi, y el concejal delegado del Área de Obras y Servicios, José Luis Sabas, asistieron ayer al inicio de los trabajos de demolición de estos antiguos accesos a Bilbao. Ambos coincidieron en que el derribo se realizará tratando de obtener el máximo rendimiento con la mínima afección.
primeros pasos En primer lugar, los operarios retiraron los paneles del pórtico de señalización fija ubicado frente al número 43 de la avenida de Sabino Arana, junto a la intersección con la avenida del Ferrocarril. Simbólicamente, la retirada del gran cartel de señalización de acceso al Sagrado Corazón y Deusto fue el punto de inflexión que marca la desaparición de los accesos. A continuación, operarios de las empresas adjudicatarias iniciaron las tareas de corte de las protecciones metálicas laterales.
Durante los primeros días tendrán lugar estos trabajos, relacionados con los elementos no estructurales de los viaductos. Una vez concluida esa labor, arrancarán los trabajos de demolición propiamente dichos, empezando por los dos extremos de los viaductos.
Según informaron desde la Diputación, se aprovecharán los momentos que no coincidan con la Operación Salida de las vacaciones para actuar en el carril más cercano a la autopista. Con ello se pretende evitar afecciones al tráfico, puesto que "es un momento en el que el flujo de vehículos aumenta de forma considerable".
Al mismo tiempo darán inicio también las obras de demolición en el extremo más bajo del viaducto, que progresarán siguiendo el sentido ascendente de los viaductos, lo que permitirá liberar completamente los espacios de forma progresiva. En total serán derribados setenta pilares y casi 1,5 kilómetros de tableros conectados con la autopista.
Debido a la magnitud de los trabajos, la diputada de Obras Públicas pidió "paciencia" a las personas afectadas por las obras. No obstante, Garamendi recordó que los derribos se llevarán a cabo "con una mayor utilización de medios de corte y desmontaje frente a los de demolición tradicional, lo que contribuirá a reducir las afecciones producidas por proyecciones, ruido y emisión de polvo". Según explicó, "durante los trabajos será necesario cortar el paso de vehículos y de peatones en algunas de las calles adyacentes, pero se habilitarán alternativas tanto para los automovilistas como para los vecinos de la zona".
Estos cortes se producirán tanto durante el día como durante la noche, salvo en la calle Autonomía. Esta última vía solo resultará afectada en horario nocturno, para evitar afecciones en el funcionamiento del tranvía.
Por su parte, el concejal de Obras y Servicios, José Luis Sabas, se mostró muy ilusionado por "la oportunidad que se brinda a Bilbao al ganar este nuevo espacio". En este sentido, apuntó que la Diputación y el Ayuntamiento se han comprometido a mantener una interlocución constante con vecinos y comerciantes de la zona. De hecho, ya se han producido las primeras reuniones con vecinos, comerciantes y hosteleros para testar sus propuestas para el nuevo espacio que se generará tras el derribo.
Lo que está claro es que por donde hasta ahora circulaban alrededor de 80.000 vehículos habrá zonas peatonales, arbolado y vida social en un futuro próximo. Las calles recuperarán la comunicación, acercando Basurto a Indautxu.
Ocurrirá en los próximos seis meses, un proceso de cambio total para devolver a la calle Sabino Arana la configuración de calle tal como aún recuerdan muchos bilbainos. "Para los que lo hemos conocido, nos parece un sueño recuperar este espacio", confesó Sabas.