Bilbao. A Alberto Foraster nadie o muy pocos le conocen por su nombre de pila. Sus amigos le llama Beto o capitán sepia. A él también le gustan esos motes. De hecho, así se presenta antes de comenzar a explicar su nuevo proyecto empresarial: montar un servicio de taxi en la ría. Beto ha decidido embarcarse en esta nueva aventura después de fracasar en Fuerteventura con una tienda de ropa y de ver "las grandes posibilidades que tiene la ría". Aunque todavía no tiene los permisos necesarios para poder operar, Beto ya ha comenzado a realizar algunos servicios. "El otro día llevé a un grupo de japoneses a comer una sardinitas a Santurtzi y se lo pasaron muy bien", dice. Mientras obtiene la licencia, que la está tramitando a través de Lan Ekintza, este joven empresario bilbaino busca un pantalán para amarrar la zodiac. También desea "que cambie el tiempo de una vez".
Beto ya tiene experiencia como taxista acuático. Los últimos años, que ha vivido en Fuerteventura, se ha dedicado a compaginar el comercio que mantenía abierto en Corralejo con el transporte de surfistas por mar hasta la isla de Lobos. "Allí me fue bien el invento", dice, "por eso pensé que lo podía intentar en la ría". Lo que no le fue bien fue el negocio de ropa que había montado, siguiendo la tradición familiar de los Foraster. "Empezó la crisis y cambió el perfil de los turistas que llegaban a la isla", dice. "Eran de los de pulserita, de esos que no salen del hotel y no compran nada". Así que cerró la tienda "antes de que el pozo y las deudas se agrandaran", y regresó a Bilbao, la ciudad donde nació hace 42 años.
Llegó hace cuatro meses. Se instaló en el caserío que compró hace más de 15 años y que ha ido rehabilitando con sus propias manos. Tenía cobijo asegurado, pero no trabajo. Pero, como tiene el chip negociante en la cabeza, pensó que sería una buena idea crear un water-taxi. "Es algo", señala Beto, "que ya existe en muchas ciudades del mundo, Nueva York, Rotterdam, Amsterdam, París... así que por qué no en Bilbao". Dicho y hecho. Se trajo la zodiac desde Fuerteventura, primero en barco hasta Cádiz y luego remolcada por una autocaravana hasta Bilbao. Y desde hace una semana la tiene en la ría.
Tarifas Su plan de negocio es poner unas tarifas "baratitas". Solo ha establecido tres: 6 euros por veinte minutos, esa tarifa es la mínima, es decir, la bajada de bandera, aunque el trayecto se haga en menos tiempo; 10 euros por una hora y 20 euros por una excursión hasta Portugalete o Santurtzi. Hasta el momento solo ha llevado a amigos y a un par de clientes. Pero espera que, una vez resuelto el tema de los permisos, pueda comenzar a operar a pleno rendimiento en los próximos días. En principio, el servicio está dirigido tanto a locales como a "turistas nacionales o internacionales". Para ello tiene una zodiac semirrígida con capacidad para transportar a cinco personas. "Es un embarcación ligera que permite subir aguas arriba hasta el mercado de La Ribera, por ejemplo, que está precioso", dice.
Beto está convencido de que si el tiempo mejora, va a triunfar porque "la ría tiene un gran potencial". Es "un pepino desde el punto de vista turístico y comercial", dice. Además, resalta que "la perspectiva que se tiene de Bilbao desde el agua es diferente, es muy bonita". Por eso, anima a las personas que les gusta la fotografía a que den un paseo a bordo del taxi. "Hoy en día, la ría es una gozada", señala, "está limpia y da gusto navegar por ella". Para que pueda llegar a buen puerto el negocio, Beto está buscando un sponsor que se anuncie en la embarcación. También confía en que el Ayuntamiento le facilite algún amarre en la ría. El resto lo pondrá él. "Seguro que triunfo porque yo tengo mucha labia, soy un comercial", concluye.