Habrán sorteado tempestades y esquivado tiempos de cólera; habrán tocado el cielo con sus ágiles manos y se habrán sentido dueños de un don pero medio siglo después de aquel 22 de noviembre de 1963, en el que Josu Loroño vio su sueño hecho realidad, la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao navega con el viento a cuestas, de cara o de cola, según se tercie. No los más grandes vendavales han deshojado a la orquesta, que ayer lucía en todo su esplendor en los salones de la Sociedad Bilbaina, donde tuvo lugar el primero de los actos con los que se celebrará la efeméride a lo largo de todo el año. Anuncian para más adelante la sufragación de una estatua del propio Josu Loroño por cuestación popular, obra que se colocará en el parque de Doña Casilda; un concierto conmemorativo en el Teatro Arriaga y una exposición en el Museo Marítimo Ría de Bilbao sobre la historia del acordeón. Son acontecimientos que traerá la brisa del año...

Lo de ayer ya es real, tangible. En La Bilbaina se presentó un vino de celebración (dos si se consideran las variedades tinto y blanco...), etiquetado con el logotipo de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao y elaborado, ex profeso, por Benjamín Romeo, fabuloso enólogo que saltó al panorama vinícola internacional cuando el influyente Robert Parker otorgó la máxima valoración, 100 puntos, a dos cosechas de su vino Contador durante dos años consecutivos. Fue el preámbulo a un breve recital y una cena conmemorativa, donde Amagoia y Asier Loroño recibieron mil y un parabienes.

Con Manu Suárez al pie de la escalinata de mármol como anfitrión de la casa, al encuentro fueron llegando autoridades como la diputada de Cultura, Josune Ariztondo, y la concejal del gremio, Ibone Bengoetxea; Juan Carlos Ercoreca, el poeta Misere Josephe; el director del Museo Marítimo Ría de Bilbao, Jon Ruigómez, Iñaki López de Agileta, Gonzalo Olabarria, José Alberto Pradera, María Jesús Real, Joseba Solozabal, Txema Muguruza, José Ramón Urizar, Álvaro Gorostiaga, Beatriz Gorostiaga, Enrique Villegas, Berta Longas, Enrique Campos, Joseba Solozabal, Iraide Somarriba, Teresa Etchebarry y una legión de amigos.