El novelista británico Rudyard Kipling tuvo una iluminación cuando dijo aquello de que "la intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre". En respuesta a sus palabras puede replicársele con aquel otro pensamiento de su compatriota George Eliot, quien en verdad era Mary Anne Evans, otra gran escritoria que mojaba su pluma en el tintero de la ironía cuando decía que "en ningún momento hay que dudar que las mujeres son tontas. Al fin y al cabo el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres". Valgan ambas reflexiones para hablarles hoy del Día Internacional de la Mujer, que ayer adelantó su llegada en Sabin Etxea, donde Gogorregi konpartsa celebró la efeméride con un encuentro a cuatro voces: la de Itxaso Atutxa, presidenta del Bizkai Buru Batzar, quien aseguró que se acerca el día en que no sea noticia que las mujeres estén en órganos directivos; Magdalena Múgica, presidenta de Mujer Siglo XXI y doctora en Medicina; la abogada de la asociación Clara Campoamor, Maite Iturrate, y la primera jugadora de la historia en cumplir cien partidos con el Athletic, Iraia Iturregi. Al habla las cuatro, y con Joseba Iriondo como maestro de ceremonias, la celebración contó con diversas ilustraciones, desde la actuación de una mimo, Irantzu Gutiérrez, al trabajo de Iñaki García Ergüin, quien pintó en directo un cuadro de flores que, al cabo de la ceremonia, fue donado a la asociación de viudas Itsas Kresala de Portugalete, pasando por la música de Leire Gotxi, una joven cantautora de Bermeo.

Los 25 años de vida de Gogorregi se conmemoran en el presente. Y el acto organizado ayer pertenece al programa de fiestas (vamos a llamarlo así por mimetismo con varios de sus quehaceres...) de la konpartsa. A su reclamo acudieron el diputado general, José Luis Bilbao; Josune Ariztondo, Rosi Castaneira, en un deacaparallá constante; Itizar Urtasun, Ohiane Agirregoitia, Nekane Alonso, Lorea Bilbao; la presidente de la asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz; Itziar Epalza, Ainhoa Galduroz, Mertxe Luengo, Yolanda Díaz o Ainara Aretxabaleta. También embajadoras de Juntas Generales de Bizkaia como Ana Esther Furundarena, Mirene Bidaguren, Irene Edesa y María Presa, acompañadas por Jon Andoni Atutxa; Jon Sánchez, Iñigo Iturrate, Go-tzon Lobera, Xabier Legarreta, Gotzon Bilbao, Paul Ortega y Josune Vegas. Las parlamentarias vascas Amaia Arregi y Josune Albizua; la secretaria del BBB, Ai-tziber Oliban, y la del EBB, Pilar García de Salazar; la alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras; Isabel Sánchez Robles, Marta Barco, Mireia Zarate, Koldo Bilbao, Ana González, Koldo Zarraga, Joseba Aurrekoetxea, Fátima Ansotegi, Ana López, Maitane Leizaola, Irune Zuluaga, directora de la Fundación Sabino Arana; Naiara Zamalloa, Amaia Espinosa, Ibone Bengoetxea, presidenta de Eudel; Carmen Muñoz, Lucía Isla, Unai Aizpuru, Gonzalo Olabarria, la saharaui Mariam Mahmud, Francisco Rui-Wamba, Virginia Prieto, Iñigo Camino y un buen número de gente sensibilizada con la causa de la mujer.

Horas antes de que se desatase este oleaje reivindicativo, la mar estaba en calma. Sobre esa serenidad navegaron quienes se acercaron a rendir homenaje a Ricardo Barkala en el Palacio Euskalduna. No en vano, el Gran Capitán llegó al Ayuntamiento de Bilbao en 1991 por la puerta de Lan Ekintza y se ha marchado 22 años después, al Gobierno vasco. Le añorará Leire Garaitagoitia, su secretaria de toda la vida, y viejos compañeros de camino como Marcos Muro, Josu Ortuondo, Txema Landa, Mikel Ocio, Juan Goiria, Paco Dehesa, Asier Abaunza, Nekane Alonso, Itziar Urtasun, María Asís Fernández, Tomás del Hierro, José Luis San Nicolás, Ana de Castro, Juan Manuel Delgado y una legión de amigos, una cosecha tan grande como su corazón.