Bilbao. Los vizcainos ya están en plenos preparativos para mostrar su cara más desconocida durante el Carnaval. Estos son días en los que la compra de un disfraz y de complementos como pistolas, espadas, gorros y capas ocupan un espacio en las agendas de muchas personas. Este año, según indican los índices de ventas, habrá muchos superhéroes por las calles, ya que los disfraces de Batman, Spiderman, Superman y demás personajes con superpoderes serán legión y, por supuesto, marcarán tendencia en unas fiestas que se verán notablemente influenciadas por la crisis. Y es que ni la época del año en la que nada es lo que parece se libra de las apreturas económicas.

"La verdad es que este año están teniendo mucho éxito los disfraces de superhéroes. No sé la razón, pero a muchísima gente le ha dado por disfrazarse de Spiderman, Batman... Además, no son solo niños los que se disfrazan de estas cosas. Quienes vienen a por ellos son personas adultas", asegura Carlos Saratxaga, gerente de las tiendas de disfraces Festival. En el mismo sentido se pronuncia Estibaliz Agirre, de Party Fiesta: "Este año se ha notado un gran incremento de ventas de los disfraces de superhéroes y otros similares como Súper Mario Bros".

Una de las personas que durante estos días lucirá un disfraz de superhéroe es Nerea Sánchez. Esta joven baracaldesa de 15 años reconoce que se "vestirá de Spiderman junto a una amiga". Ha sido una decisión muy meditada, ya que "he estado pensando desde hace un mes y, al final, me he decantado por este disfraz porque me hace gracia y no lo solemos llevar las chicas". Y es que entre las mujeres se están rompiendo los tópicos de los trajes de princesa, brujas, enfermera... y están apostando por otros modelos. "Cada vez menos niñas se disfrazan de princesa. Ahora parece que les gusta menos todo eso. Este año, las niñas apuestan también por disfraces de indias y mexicanas", señala Saratxaga.

Carnaval madrugador Una de las circunstancias que va a marcar los próximos carnavales es el hecho de que sean más pronto que otros años. Esto, unido a la tan manida crisis, hace que los vizcainos se lo piensen más a la hora de disfrazarse. "La campaña va lenta. Hay menos días potentes de venta. Ahora, los viernes y los sábados suelen ser los días buenos. Se nota mucho que acaba de ser Navidad", indica Isabel Sánchez, de The Toy Planet. En este sentido, las tiendas han advertido un descenso en la venta de disfraces, pero una subida en la de complementos. Los gorros, espadas, pistolas y capas siempre son un artículo muy socorrido a la hora de darse un toque carnavalesco.

"Cada vez se venden más complementos. Ciertamente se vende un poco de todo: gorros, pelucas, espadas, pistolas...", señala Sánchez. El único tipo de complemento que ha caído en las ventas son las caretas. "Antes tenían buena salida; pero ahora la gente no quiere ir con la cara cubierta. Por eso, cada vez se venden menos caretas", afirma Saratxaga. Estibaliz Agirre da una explicación de por qué se venden más complementos. "A causa de la crisis, ahora la gente se decide más a comprar complementos y se hace el disfraz en casa".

El Carnaval 2013 ha sido madrugador, pero no por eso, significa que los que den colorido a las calles vizcainas lo sean. Ejemplo de ello es Garbiñe y su cuadrilla. Este grupo de jóvenes santurtziarras de entre 18 y 20 años lleva "varios meses pensando de qué disfrazarse", pero aún tienen dudas, ya que no han llegado a un acuerdo. "Es muy difícil que vayamos todas igual porque cada una tiene sus gustos", afirma esta joven de 19 años. Así las cosas, la terna de propuestas de disfraz es "Cazafantasmas, Dulcinea y Minnie Mouse".

Por su parte, Iker, de 19 años, tiene pensado disfrazarse del Zorro con un amigo, pero aún no ha empezado a preparar el disfraz. "Algún amigo ya ha empezado a buscar la ropa, pero la mayoría lo haremos en el último momento", afirma Iker. Por ello, Ana María, de Birlibirloque, advierte de que "uno de los problemas es que cuando vienen a por él, ya no queda el disfraz que les gustaba y no hay tiempo para traerlo". De ese problema, no se libran ni los superhéroes.