Iurreta. El Ayuntamiento de Iurreta solicitará al Departamento de Obras Públicas y Transportes de la Diputación Foral de Bizkaia la cesión del tramo de la carretera foral BI-334; vía que discurre desde la intersección de dicha carretera con la rotonda de la N-634, hasta el campo de fútbol de Larrakozelaia, de camino hacia Goiuria. Por tanto, un tramo que discurre por la zona urbana del municipio y que da acceso a diferentes barrios. La decisión, que contó con el respaldo de toda la Corporación, fue aprobada en la sesión plenaria celebrada en la jornada de ayer.

Antes de que el Consistorio de la localidad se haga cargo de la vía, será la Diputación quien se haga cargo de las tareas de mejora y adecuación de la zona. "Llevamos años intentando lograr la cesión de este tramo de carretera y gracias a ello, conseguiremos resolver una serie de problemas de accesibilidad que existen y que no podíamos resolver, ya que se encontraban fuera de nuestra esfera competencial", apuntó Iñaki Totorikaguena, alcalde del municipio.

Actuaciones La cesión de los 800 metros de carretera permitirá resolver el problema de acceso peatonal a Iturburu-Garaizar, con la finalización de la acera que baja desde el restaurante Betixu. Además, se instalará un paso peatonal elevado entre la acera de Iturburu y Eleizalde, que permitirá dotar de mayor seguridad a este punto. Otra de las mejoras vendrá con un sobreancho pintado y separado de la calzada de metro y medio entre el cruce de Iturburu y la zona de Amatza, después del túnel de la autopista. Con ello, se solucionará el acceso peatonal al barrio. En los últimos metros del tramo, se creará una acera en todo el frente del campo de fútbol, desde la entrada a Zaldai hasta el segundo parking del cementerio. La seguridad y el tráfico quedarán regulados con la señalización de dos pasos de cebra al principio y al final del recorrido.

Con la cesión de la carretera el tramo pasará a convertirse en paso urbano, por lo que la velocidad máxima para atravesarlo será de 50 km/h.

Las tareas de mejora comenzaron en el mes de agosto y a falta de la confirmación oficial por parte de la Diputación, que puede darse en pocos días, las tareas avanzan satisfactoriamente. El proyecto estará terminado para la primera quincena de octubre. "La cesión es lógica porque se trata de un tramo que se encuentra en la esfera de influencia de la zona más urbana. A partir de ahora, y una vez formalizado el cambio de titularidad, tendremos libertad absoluta para futuras intervenciones en la zona", finalizó Totorikaguena.