Bilbao. De nuevo colisión de trenes, o más bien de tranvías, entre el Ayuntamiento de Bilbao y la Consejería de Obras Pública y Transportes del Gobierno vasco.

El concejal bilbaino de Circulación y Transportes, Asier Abaunza, negó ayer culpa alguna por parte del Consistorio en el incremento del coste de las obras de ampliación del tranvía por la calle Autonomía, tal y como aseguró el consejero de Obras Públicas y Transportes, Iñaki Arriola, en el pleno del Parlamento Vasco del pasado 16 de marzo.

Abaunza aseguró ayer que el aumento de más de 1,12 millones es "consecuencia de las deficiencias del propio proyecto original, que no recogía algunos de los elementos y servicios afectados, y de otras que vienen como consecuencia de la decisión del propio Gobierno vasco de no ejecutar las obras hasta Rekalde".

El responsable municipal quiso dejar claras las responsabilidades de un sobrecoste en las obras del tren verde, del cual informó ayer este periódico. Un aumento decidido por el consejero Iñaki Arriola, ya que no contó con el aval de la Comisión Central de Contratación y de la Oficina de Control Económico, organismos dependientes del propio Gobierno vasco, en concreto del Departamento de Hacienda y Economía.

Dos informes elaborados por ambas entidades se mostraban en contra del aumento de 5,29 millones, en que quedó el presupuesto tras el recorte del trazado hasta Rekalde, a los 6,42 millones que se pagarán finalmente. Es decir, solo 500.000 euros menos de las cuentas originales cuando se diseñó el EuskoTran a su destino inicial.

Requerimientos efectuados Tal y como informaba ayer DEIA, el consejero Arriola tuvo que dar cuenta en sede parlamentaria del sobrecoste a preguntas de la parlamentaria del PNV Amaia Arregi. En su intervención, le cuestionó por qué se había aumentado el presupuesto en contra de los informes técnicos. El consejero no contestó a esta pregunta y pasó a culpar al Ayuntamiento bilbaino del sobrecoste como consecuencia de los requerimientos efectuados en la comisión de seguimiento de las obras que comparten ambas instituciones.

Abaunza ayer fue categórico. "Negamos la mayor", aseguró en una rueda de prensa en la que informó, curiosamente, de cómo tranvía y Bilbobus, el servicio municipal de autobuses, compartirán no solo marquesinas en el nuevo tramo de la calle Autonomía sino también canceladoras de billetes. Indicó que "el Ayuntamiento no ha hecho peticiones extraordinarias al proyecto de ampliación del tranvía" y que fue el recorte en más de la mitad del trayecto de esta ampliación, que con el anterior Ejecutivo de Lakua iba a llegar a Rekalde, el que ha ocasionado que se tenga que poner más dinero.

El concejal bilbaino relató cómo "en un principio solo había una parada en la calle Autonomía, ubicada en frente de la calle Pablo Alzola. La no ejecución del proyecto completo hasta Rekalde obligó a una reestructuración de las paradas y a mover la de Basurto más hacia el hospital, estando ubicada ahora entre la calle Luis Briñas y la avenida Sabino Arana, y la siguiente, en frente de La Casilla", no en la propia plaza como se preveía en un origen ya enfiladas las vías en dirección hacia Rekalde.

Abaunza concretó ayer que "el hecho de mover esas paradas conllevó modificaciones en el tráfico de las calles circundantes a la calle Autonomía y esas modificaciones de tráfico lógicamente conllevaban costos de semaforización, señalización, etc.". El concejal aclaró que "no son modificaciones a voluntad del Ayuntamiento, por capricho, sino a consecuencia de la decisión adoptada por el Gobierno vasco de modificar el proyecto y reubicar esas paradas del tranvía".

Es más, aseguró que las aportaciones municipales fueron "correcciones de deficiencias del proyecto que, efectivamente, el Ayuntamiento detectó y puso en conocimiento del Gobierno, y el este, aceptando que esas correcciones eran procedentes, las incorporó en el proyecto de ejecución".

La versión de Arriola fue muy diferente en la tribuna del Parlamento en Gasteiz, como DEIA recogía ayer, ya que obvió cualquier responsabilidad de su departamento en el sobrecoste. De hecho, llegó a decir que "el Ayuntamiento planteó muchas cosas más que no se incluyeron en el modificado número dos y suponían un incremento mucho más sustancial".

UN cambio sin coste El concejal bilbaino sí reconoció que introdujeron un cambio pero que no supuso aporte de más dinero. Concretó cómo "la única modificación introducida para beneficio de los vecinos del entorno fue la de separar la vías del tranvía en el giro de Gurtubay hacia Autonomía, para que así no pasara pegado a las fachadas de las viviendas". Abaunza apostilló que "dicha modificación tampoco tuvo sobrecostes sobre la ejecución del Gobierno vasco, ya que contamos con la colaboración de Bilbao Ría 2000, que estaba ejecutando unas obras en ese mismo punto".

No hay que olvidar que el aumento de las obras no solo ha sido costeado por el departamento de Arriola, también se ha visto afectado el Ayuntamiento bilbaino, ya que la ampliación del trazado es financiado por ambas partes, un 65% Lakua y un 35% el Consistorio. Sobre si el Ayuntamiento ha cumplido sus aportaciones, a pesar de su incremento y de su ausencia de responsabilidad, Abaunza especificó solo que "hemos cumplido con el compromiso de financiar el 35% del coste de las obras".

Cambios en el servicio Por otra parte, el servicio habitual del tranvía efectuará el próximo jueves una doble modificación con motivo de la procesión de Semana Santa y del partido entre el Athletic Club y el Schalke 04. El acto religioso impedirá el tránsito entre las paradas de Atxuri y Pío Baroja, de 20.00 a 21.15 horas aproximadamente, funcionando con normalidad el resto del servicio.

Asimismo, y debido al partido en San Mamés, se ofrecerá, además del servicio habitual, circulaciones cada cinco minutos entre Pío Baroja y Basurto, desde las 19.58 hasta las 20.58 horas. Finalizado el encuentro, se ampliará también la frecuencia desde Basurto entre las 22.45 y 23.11 horas.