Bilbao. El nuevo barrio de Bilbao será de altura. En la que no parece una parcela demasiado grande, Ría 2000 ha previsto la construcción de cinco rascacielos de empaque que avanzan el camino de por donde va a ir la construcción de edificios en un Bilbao cada vez con menos solares para urbanizar.
Como se observa en la imagen superior, una vista del complejo desde el espacio verde que se va a crear en el interior de la parcela, el más pequeño, tendrá 24 plantas y 82 metros de altura, es decir, la misma que cada una de las torres de Isozaki Atea. El diseño aportado por el estudio del arquitecto británico Richard Rogers prevé que las siguientes torres sigan creciendo en altura para compensar la cota en disminución del terreno de la parcela, además de conseguir el número de viviendas de promoción pública y libre requeridas.
Así, las torres se elevan a 89, 96, 103 y 110 metros para acoger 27, 30, 33 y 36 plantas respectivamente, lo que implica que el edificio mayor, el que dará sombra sobre el espacio libre que deje el futuro soterramiento de Termibus, tendrá tanta altura como dos tercios de la torre Iberdrola.
Pegados a las cuatro rascacielos menores se levantarán otros cuatro edificios más acorde a las alturas del Ensanche bilbaino. Los cuatro también tendrán medidas diferentes, 24, 27, 30 y 33 metros para albergara 8, 9, 10 y 11 alturas de forma que el tejado de todos ellos quede en línea y se aproveche la cuesta hacia abajo que predomina en todo el solar de esta zona de Garellano.
Esta diferente altura del terreno será aprovechada para ubicar los garajes de todas las viviendas, de forma que debajo de la torre más baja se habiliten cuatro plantas de estacionamiento, tres debajo del siguiente, dos del que continua y una planta bajo los rascacielos más altos. La extensión en planta de cada uno de los garajes compensará la menor cantidad de pisos en el subsuelo.
La exclusividad del rascacielos mayor, el único íntegro destinado a pisos libres, se acentuará debido a que en dos plantas por debajo de las viviendas acogerá la mayoría del espacio comercial de todo Garellano y carece de bloque anexo como el resto de los rascacielos. Además, se verá separado de las viviendas sociales por una calle nueva, la prolongación de General Eguía.