21 millones de personas en Ikea
La tienda sueca del centro comercial Megapark de Barakaldo celebrará el jueves su séptimo aniversario "Los vascos son muy manitas", dice su director
Barakaldo. Lleva seis meses como director del único establecimiento de Ikea en Euskadi y la semana que viene ya le toca soplar las velas. Fernando Pozuelo, madrileño que en septiembre fue nombrado capitán de Ikea Barakaldo, celebrará al timón del barco el séptimo aniversario de la tienda en la localidad fabril, que aterrizó en Megapark el 1 de marzo de 2005. "Qué rápido ha pasado el tiempo, parece mentira", cuenta mientras pasea entre sofás Ektorp, camas Hemnes, armarios Pax y sillas Ingolf; denominaciones que año tras año se han ido acogiendo como propias en Bizkaia, a pesar de tener origen sueco. "En este tiempo se ha notado una gran evolución en la tienda, ya está más que consolidada en Barakaldo", asegura el director, repasando todas las visitas que han tenido durante este tiempo, más de 21 millones de personas.
La llegada de Ikea al Estado, hace 15 años, trajo consigo una nueva visión de la decoración. "Se ha cambiado la mentalidad de que se puede tener una casa diferente sin tener que gastar mucho dinero", explica Pozuelo vestido con la característica camiseta amarilla de Ikea. La corbata y el traje se quedan en el armario cada día, "no va con la filosofía de la empresa", destaca. Precisamente, esa filosofía es la que ha hecho que la tienda despunte en el sector. "Nuestra máxima es hacer cada año inversiones para ofrecer siempre los precios más bajos a los clientes", dice en referencia a la bajada de precios que se muestra en el nuevo catálogo. "Es nuestra apuesta y lo conseguimos gracias a la ayuda del consumidor", avanza. Para ello, desde los distintos departamentos de la empresa buscan abaratar costes, "sobre todo en el embalaje", para que el transporte sea más económico "pero nunca, nunca se rebaja la calidad", apunta el nuevo director. De hecho, desde que se abriera Ikea, sus precios han soportado un descenso del 35%, "que es muchísimo". Este año, sobre el total de la gama, han bajado en un 1,3%.
El último eslabón de la cadena lo añade el cliente, con el montaje propio en casa: "Es la forma de ofrecer esos precios tan competitivos", explica. A pesar de que Ikea ofrece también una asistencia de montaje, los vascos optan en un porcentaje "abrumador" por leer los planos y echar mano de los tornillos. "Los vascos son muy manitas; se atreven a montar cualquier cosa, hasta cocinas".
Unas 50.000 personas -de Euskadi, Cantabria, Burgos, La Rioja y hasta Francia- recorren los pasillos de Ikea Barakaldo a la semana. Un volumen de clientes que no abruma a Pozuelo, que lleva nueve años dentro de la empresa, ni un ápice. "Muchos vienen a pasar el día, comen o cenan en Ikea, dejan a los niños jugando en la guardería y cogen ideas para decorar la casa". Ahora mismo, en su catálogo se ofertan 9.500 productos. Aunque los que más éxito tienen entre los vascos son todos los muebles blancos, "que arrasan en todas las colecciones". Esta apuesta por el blanco coincide, según Pozuelo, con el gusto de los suecos, padres de la marca. "Hay muchas coincidencias entre los vascos y los suecos. Su apuesta por el color blanco es una, pero también coinciden en su gusto por el estilo country y el estilo escandinavo", explica.
consumo reflexivo La crisis parece esquivar el edificio que Ikea posee el centro comercial Megapark. "En una situación económica como la de ahora nosotros nos mantenemos", indica el director de la firma en Bizkaia. Pero los hábitos de los clientes sí han cambiado. "Ahora hacen una compra mucho más reflexiva que antes, que era más compulsiva. Todo se piensa mucho más ahora". En cuanto a los conflictos laborales vividos hace unas semanas en el mismo parque comercial, Pozuelo asegura que la empresa mantiene la misma plantilla que cuando abrió sus puertas en Barakaldo, 450 empleados, "el 83% de ellos con contratos indefinidos y buenas condiciones laborales", defiende. Además, mantiene una apuesta fuerte por proyectos solidarios otorgando más de 43.000 euros cada año para los niños más desfavorecidos con la venta de peluches.
El próximo jueves, Ikea soplará sus siete velas, con más de tres millones de visitantes al año y Pozuelo se ve vistiendo la camiseta amarilla durante "muchos años más". Para el futuro no se espera un nuevo Ikea en Euskadi, pero prometen seguir "sorprendiendo a los clientes de por vida... en Barakaldo".