Portugalete. Fue el núcleo central de la villa en sus inicios, pero ahora está "abandonado". Los vecinos del casco histórico de Portugalete sueñan con que su zona, en la que comenzó a desarrollarse el municipio jarrillero, recupere su esplendor. También los comerciantes reman junto a ellos con el mismo objetivo: devolver la vida y los servicios a la zona que nació rodeada de murallas. Para ello, tanto vecinos como comerciantes creen imprescindible una herramienta, la creación de un plan integral del Casco Viejo-avalado por varios partidos, entre ellos el PNV- que marque las carencias y las pautas a seguir para resurgir de ellas.

Miran al turismo como un aliado y al mercado de abastos como una oportunidad para lograr su objetivo. Aunque el proyecto que persigue el Ayuntamiento con el concurso de ideas, que apunta a la creación de un salón de actos con 400 butacas, no es de su agrado. "Necesitamos algo que de vida a la zona durante todo el día", reivindican.

La imagen que persiguen del Casco Viejo conjuga una "buena oferta comercial" con actividades "para el ocio" y las condiciones "dignas para vivir". Por ese motivo, tanto comerciantes como vecinos se mantienen muy atentos a las futuras actuaciones que el Ayuntamiento planea para el casco histórico, como el proyecto del cine Mar en la plaza de La Ranche y la renovación del mercado de abastos.

Precisamente este último es el que más controversia está causando en el Casco Viejo, ya que los dos motores centrales de la zona se oponen al enfoque del Ayuntamiento, que pronto convocará el concurso de ideas para escoger el proyecto ganador. "No compartimos la idea de un centro de actos ya que no contribuiría a llenar de vida la zona. Tenemos miedo de que se convierta en un mausoleo que solo se utilice para actos políticos. Nos gustaría que fuese ocupado por una actividad que le permitiese estar abierto de nueve de la mañana a doce de la noche como un supermercado, un txikipark, el euskaltegi", enumera Gloria Mínguez, presidenta de la asociación de comerciantes Portu Zaharra. "Ese tipo de actividades harían desplazarse a la gente hasta el Casco Viejo, pasear por sus calles, mirar los escaparates, consumir en su hostelería", razona.

El futuro destino del inmueble es uno de los temas centrales en la zona histórica de la villa, cuyos habitantes temen en que finalmente quede infrautilizado y haya superávit de instalaciones socioculturales alrededor de Santa María, la antigua calle del medio y Coscojales. "Quieren destinar el mercado a un espacio sociocultural, pero es que en el Casco Viejo ya tenemos el centro Santa Clara, Rialia, y el terreno del cine Mar, que por ley tiene que ser utilizado con este fin", subraya Edu Bóveda, portavoz de la asociación de vecinos Portugaleteko Alde Zaharra Elkartea.

olvidados Este proyecto es clave para su sueño, ver resurgir el imán de un casco histórico único en Ezkerraldea. "De Bilbao a Castro no hay otro municipio que tenga Casco Viejo", apunta Bóveda. A pesar de su singularidad, vecinos, hosteleros y comerciantes se quejan de la falta de actuaciones municipales en la zona. "Todas las actuaciones del Ayuntamiento han ido destinadas hacia el centro. Se ha urbanizado, creado parques… Pero el Casco Viejo lo tienen abandonado". Bóveda es claro. "Se han olvidado del Casco Viejo", dice recorriendo sus calles empedradas. En un pequeño espacio, la zona más antigua de Portugalete concentra los elementos históricos y turísticos más importantes de la villa. Vio nacer al Puente Colgante, insignia del municipio y, hace menos tiempo, al museo Rialia, un espacio sociocultural de gran índole. Entre sus calles se cobija la basílica de Santa María, el mareómetro, el centro cultural Santa Clara, edificios de siglos pasados, la biblioteca municipal o el mercado de abastos, todo un legado histórico que hace acercarse hasta sus mugas a miles de turistas al año. Sin embargo, "la postal que muestra ahora el Casco Viejo no es la que queremos que se lleven los turistas a sus casas", explica Justino Morate, secretario de Portu Zaharra.

Y es que a los edificios históricos les hacen compañía decenas de escaparates sucios y con la persiana bajada, una basílica que solo se mantiene abierta cuando se ofician las misas y un mercado de abastos que lleva un año sin vida.

"Somos la zona que más comercios abiertos tiene por metros cuadrado de Portugalete", analizan los comerciantes. "Negocios tradicionales que no se encuentran en el resto del municipio", observan contabilizando en una centena el número de locales comerciales de la zona. "Pero hay muchas lonjas cerradas por lo que hay que trabajar para que este centro histórico de la villa recupere la referencia de zona central del comercio que tenía hace 20 años", indica Mínguez.

Planes Para ello, han adquirido como bandera los resultados del Plan Estratégico del Comercio, realizado por Ikertalde y presentado hace unos meses. "El Ayuntamiento debería ofrecer descuentos en las rentas, subvenciones, ceder lonjas a emprendedores... Hay muchas formas de llenar esos locales vacíos de actividad", cuentan. "Tenemos que luchar junto a las instituciones para revitalizar el comercio con las áreas de Comercio, Urbanismo y Cultura para, crear sinergia, como dice el plan", explica.

Las carnicerías, pescaderías o fruterías han subido al centro del municipio, y tras el cierre del mercado, han dejado sin suministros al Casco Viejo. "Pero también faltan ambulatorios, haurreskolas, centros de días...", enumera Bóveda que es consciente de que vivir en un entorno especial tiene "sus cosas buenas y sus cosas malas".

"Necesitamos crear un plan integral del Casco Viejo con cabeza, para no actuar con parches", dicen en total sintonía ambas asociaciones. "Ahora es nuestro momento".