Prost celebró ayer su segundo aniversario con una pequeña revolución que transformó la tranquila Algortako Etorbidea en un hervidero de gente. La charcutería quiso compartir sus placeres en una improvisada degustación en plena calle que invitaba a la conversación amigable. Como as en la manga, la charcutería se reservó la primicia de la cata del nuevo vino joven Luberri de la cosecha de este año una semana antes de su presentación oficial en Bilbao.
Las propiedades del vino propiciaron los corros de una amalgama de amigos, clientes y proveedores, devotos todos de la excelencia gastronómica. A la cita no podía faltar Enrique Thate, representante de la saga charcutera, que se encargó en primera persona de satisfacer a los comensales con una cuidada selección de los productos que han hecho de La Moderna un lugar de peregrinaje para toda Bizkaia.
La celebración tuvo de maestros de ceremonia a los propietarios del establecimiento, Oskar Martínez y Naiara Álvarez, que se repartieron los papeles. Mientras él se dedicaba a recibir a los invitados, su mujer controlaba el suministro desde la sala de máquinas detrás del mostrador, ayudada por su prima María Álvarez. La vorágine tuvo para ellos un pequeño receso familiar con la presencia de sus hijos, Oier e Iraia, acompañadas de las amamas, Marije de Diego y Veni Bernal.
La velada gastronómica se potenció por la presencia de productores de primera fila, entre los que se encontraban Florentino Martínez Monje, artífice de la última entrega de Luberri, uno de los vinos jóvenes con mayor reputación de todo el Estado. "El vino es sobresaliente, tiene mucho aroma a frutas y es muy fresco", resumía el productor de Elciego, propietario de la bodega de Rioja alavesa Monje Amestoy.
A la cita también acudieron representantes de primera fila del vino vasco, como los productores Roberto Ibarretxe e Isabel Viñas, de la bodega de txakoli Uriondo, bendecido por la prestigiosa guía Parker con 91 puntos, una de las máximas valoraciones en blancos de todo el Estado. Con tanto buen vino no podía faltar José Luis Lejanogoitia, uno de los mejores catadores vascos. La representación vitivinícola se completó con el enólogo José Ramón Calvo, de la bodega de txakoli Gorka Izagirre. El mundo de la cocina envío su propia delegación con ilustres como Ricardo Pérez, del restaurante Yandiola o Sorkunde Longarai, del Gotzon. El aniversario recibió los parabienes de la federación Slow Food, que envío a su presidente estatal, Mariano Gómez.
La fiesta reunió a un grupo variopinto como la televisiva Maribel Sala, que coincidía con antiguos representantes públicos como el exalcalde de Bilbao Josu Ortuondo, o el exdiputado foral de Bienestar Social Ricardo Ansotegui. Por parte del Ayuntamiento getxotarra acudió su representante de Comunicación, Josu Loroño.