Hubo un tiempo en que las ferias iban de acá para allá, con las maravillas del mundo expuestas tras las carpas itinerantes del siglo XIX y las casetas de misterios de la primera mitad del siglo XX. En los viejos carromatos viajaban la mujer barbuda, el hombre perro, la mujer araña y los autómatas, entremezclados con mercachifles, magos, funambulistas, adivinos, o músicos que hacían bailar a osos o cabras al son de sus instrumentos. Era un mundo ambulante que se movía de pueblo en pueblo, siempre bajo la promesa de que llegaba a una ciudad para mostrar la maravilla de las maravillas. Hoy todo aquel universo prodigioso y sobrenatural parece olvidado, como si se hubiese desgastado de tanto uso la piedra mágica. Y, sin embargo...
La historia que hoy les cuento recuerda aquellos días. La alianza entre Ferran Adrià y Telefónica, vincula hasta 2014 al chef y a la multinacional en una gira que lleva por título Juntos para transformar y que recorre algunos de los escenarios más sobresalientes de la tierra. El juglar que relata los aconteceres de esta maravilla asegura que Telefónica brinda a Adrià todo el apoyo tecnológico y de I+D para el desarrollo del nuevo Bulli que nacerá en 2014 mientras que el chef será embajador de la marca en todos los mercados relevantes, con un florecer de ideas y palabras con las que pretende construirse un nuevo siglo XXI.
Ayer, la caravana se detuvo en el Museo Guggenheim, donde el propio Adrià mostró sus artes. Antes de que le diese la luz de los focos, el genial cocinero, en estado de relajación, se regodeaba en la ensoñación de "lo que hubiese dado por ser el delantero centro del Barcelona...". Se le ve libre de ataduras y dispuesto a convertirse en un apóstol de la innovación.
Escucharon todas sus propuestas el director territorial de la Zona Norte de Telefónica, Javier Zorrilla, Belén Amatriain, Oscar Alegría, Gonzalo Azaola, Antonio Botas, María Jesús de Luisa, Joseba Jauregizar, quien defendía el papel de Tecnalia en esta gira digna de un rockstar como socio tecnológico; Javier Echenique, Xabier Pérez-Gaubeka, Javier Aldazabal, Ander Pérez, Iñaki Hernando en nombre de DEIA; José Luis Sabas, Elena Pérez Barredo, Marisol Esteban, Dicky del Hoyo, Beatriz Marcos, Cristina Ruiz; el presidente de la patronal vasca Confebask, Miguel Ángel Lujua, Tomás Sánchez, nigromante de la Casa Vasca, José Miguel Corres, Javier Zalbidea en nombre de Iberdrola, Javier Aranguren, Miguel Ángel Ortiz, Verónica Etxebarria, Xabier Mendiola y una legión de gente curiosa que atendieron, con interés de escolar de primer día, las revolucionarias ideas que bullen en el interior del genial cocinero.
En el cóctel de palo mayor recreado por Josean Martínez Alija, otro de los discípulos de una cocina propia de un mundo mejor que el presente -da un nosequé comer a semejante altura cuando medio mundo se desmorona...- también coincidieron Gonzalo Martín, Mitxel Olabarria, Guillermo de las Heras, Aitor Mendizabal, Arantza Ortiz de Zarate, Venancio Echevarría, atento a que la caravana de la fantasía luciese atractiva, Ander Izagirre, Javier Font y un buen número de asistentes cautivados por lo que se escondía tras el telón. Ese es el truco: aún esperándolo, el prodigio no deja de sorprenderte y dejar a quienes lo contemplan con la boca abierta.