Barakaldo. Diseñaron un parque a su medida. Bancos cómodos, zonas de juego para los pequeños, caminos accesibles, una zona cubierta… Los vecinos lo idearon sobre el papel para ayudar al Ayuntamiento en una de las reformas históricas de Barakaldo, la del parque de Los Hermanos. Pero no pudo ser. El Consistorio fabril acaba de concluir las obras y no hay ni rastro de las aportaciones vecinales. "Esto es una chapuza. Lo han hecho rápido y pensando solo en llenarse los bolsillos", destaca uno de los vecinos que durante estos días se ha pasado a conocer la reforma. "Es un parque para perros, no para personas", indica una mujer.
El derribo del centro de jubilados Los Hermanos, en la avenida de La Libertad, era el primer paso de la transformación de este pulmón baracaldés. Con la desaparición del centro, el parque ganaría 1.500 m2 que dotarían al parque de Los Hermanos de cerca de 7.600 m2 de superficie. Los vecinos querían hacerlo bien. Crear un parque útil donde se conjugase la diversión y el ocio... Un estudio de participación ciudadana que organizó el PNV a lo largo del pasado año recogía sus ideas. Una de ellas era la instalación de una zona cubierta multiusos que pudiera permitir el uso del parque en días lluviosos y y organizar conciertos y bailes. No hay ni rastro tras la reforma.
Solicitaron también que se acondicionaran y mejoraran los caminos del parque, convirtiéndolos en accesibles para las personas con movilidad reducida. Además, pensaron en unos bancos más modernos y ergonómicos. La actuación municipal se ha reducido únicamente a crear viales de cemento y bancos de hormigón alrededor de una fuente central. "Son unos bancos muy fríos", se queja Carmen, vecina de Beurko, mientras pone su chaqueta sobre el banco para sentarse sobre ella. "Además, no tienen respaldo por lo que son más incómodos para la gente mayor", añadía.
El aumento de las zonas infantiles fue otra de las grandes demandas vecinales, con columpios adaptados para niños con discapacidad. Pero las novedades de Los Hermanos se resumen en nuevos paseos peatonales de cemento, nuevas zonas ajardinadas, luminarias y una nueva fuente, de dos metros de altura. "Es una chapuza. Ni si quiera han arreglado los caminos que ya existían antes, y podían haber puesto árboles", apunta Ramón.
Pudo ser "Lejos de convertirse en el pulmón verde del centro de Barakaldo, el parque se ha convertido en el monumento de lo que pudo ser y no es". Amaia del Campo portavoz del PNV en el Ayuntamiento fabril lamentó ayer que el equipo de gobierno haya desoído las aportaciones vecinales, " que son quienes tienen que disfrutarlo ya que lo pagan con sus impuestos", dijo. El Ayuntamiento por su parte, criticó la labor de participación ciudadana llevada a cabo por el grupo jeltzale y aseguró que las obras aún no están concluidas. "Todavía se debe proceder a la plantación de árboles", indicó.