Bilbao. Álvaro Chirapozu lleva 25 años trabajando como veterinario en el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao. Cada año pasan por su manos cientos de setas que buscan el visto bueno de sus recolectores para poder ingerirlas sin ningún tipo de riesgo.
¿Cómo va la temporada?
Está siendo un poco atípica. Hemos tenido un verano muy seco a partir de agosto y eso está retrasando mucho la recolección.
¿De qué forma lo están notando en el servicio de identificación?
El año pasado para estas fechas ya habíamos atendido a más de 200 personas, y este año apenas llegamos a 20.
¿Todavía hay tiempo?
Eso es difícil de predecir porque el tema de las setas depende de la meteorología y no del calendario. Si no llueve, es imposible que haya una recolección normal. Noviembre suele ser un mes hábil hasta que empiezan las heladas y el frío.
¿Cuántas setas examinaron el año pasado?
Por el servicio pasaron más de 300 personas y atendimos más de 1.000 consultas, es decir, tipos de setas.
¿Cuántas de ellas eran tóxicas?
Entre un 15% y un 20%.
¿La especie más peligrosa que detectaron?
La amanita phalloides, que puede llegar a ser mortal.
¿Se puede encontrar esa especie por los montes que rodean Bilbao?
Sí, por supuesto. La amanita phalloides es una especie que se puede encontrar en cualquier bosque de los que tenemos alrededor de Bilbao y, además, en grandes cantidades.
Pero habrá también comestibles, ¿no?
También. En Pagasarri o en Artxanda hay las mismas setas que en otros lugares, solo depende de la vegetación que haya en el lugar. El año pasado, por ejemplo, en un monte muy cercano a Bilbao, unas personas encontraron boletus edulis, que es una de las especies más apreciadas y buscadas por los seteros.
Hablaba antes de la temida amanita phalloides. ¿Cómo es?
Se identifica de otras especies porque en la base tiene una estructura que llamamos volva, que es un saquito blanco, una membrana que envuelve la base del tallo. Por eso, a la hora de cortar la seta, hay que mirar bien la parte que está dentro de la tierra.
¿Cuáles son los síntomas en caso de intoxicación?
Vómitos, náuseas y diarreas.
¿Qué se debe hacer?
Acudir al servicio de Urgencias de un centro hospitalario, sobre todo cuando han pasado seis horas desde el consumo hasta que aparecen los primeros síntomas.
El año pasado, ¿cuántas intoxicaciones hubo en Bizkaia?
En Cruces se contabilizaron cuatro casos de intoxicación por amanita phalloides de una misma familia, pero también hubo casos graves que no necesitaron hospitalización.
¿A qué se suelen deber esos casos de intoxicación?
A dos factores fundamentalmente: a la falta de preparación y a grandes dosis de imprudencia.
¿Y qué piensa de la masificación?
Ese es uno de los problemas que también ha incidido en el aumento de las intoxicaciones. La micología ha pasado de ser una afición muy restringida, de gente que conocía muy bien el mundo de las setas, a todo lo contrario. Hoy en día, cualquier persona sin los mínimos conocimientos se va al monte, recolecta y se las come.
¿Que consejos daría a los principiantes?
En primer lugar, que acudan al monte con alguien que sepa de setas. También le aconsejaría que comience a recolectar pocas especies. Más vale recolectar seis ejemplares sanos y que se conozcan bien, que veinte pasados y deteriorados. Coger todo lo que se ve en el monte aumenta las posibilidades de llevarte a casa especies tóxicas.
¿Esa masificación puede acabar con las especies?
Sí. Hay que ser conscientes de que el ecosistema es muy frágil. Si vamos al monte con ese afán de recolectar, acabaremos esquilmando los montes. Hay que intentar recolectar lo que se puede consumir en un día. No hacer acopio. Además, las setas son un plato indigesto que no se debe consumir habitualmente.
¿Cuál es el perfil de las personas que se acercan hasta el servicio de identificación?
Suelen ser vecinos de Bilbao que han recolectado las setas en Araba, Nafarroa y norte de Burgos.
¿Existe una mayor concienciación sobre el riesgo de intoxicación?
En la gente de aquí, sí; pero en los últimos años, nos hemos encontrado que hay un colectivo de inmigrantes, que no guardan las dosis elementales de prudencia que han existido en el País Vasco.
¿A qué colectivo se refiere?
Al procedente de los países del Este. Allí tienen una gran riqueza forestal, pero también tienen uno de los mayores indices de intoxicaciones porque no hay una formación micológica adecuada. Cuando llegan aquí, parece que actúan de la misma forma.