"Tomás Meabe tuvo una actitud parecida a la de los indignados"
No existía una biografía de Tomas Meabe, fundador de las Juventudes Socialistas de España, hasta que el historiador Javier González de Durana la ha realizado a través de información desperdigada en periódicos y revistas. El resultado ha sido 'Una puñalada luminosa en la sombra'
Bilbao. Javier González de Durana es profesor de Historia Contemporánea en la UPV y el actual director general del Museo Balenciaga. Amante de la investigación de grandes personajes bilbainos, ha realizado la biografía de Tomás Meabe, un político y escritor que ha pasado a la historia por sus ideas y su recorrido. El trabajo se enmarca en la colección Bilbainos recuperados de la fundación Bilbao 700.
¿Por qué Tomás Meabe?
La elección ha sido fruto de la evolución. He indagado en distintos temas, arquitectónicos, pictóricos y culturales de esa época, y en muchas investigaciones casi siempre me aparecía la figura de Tomás Meabe. Ha llegado sin que yo le buscara, de una forma natural. En esos trabajos fui recuperando informaciones sobre este personaje. Algunas veces eran cartas; otras, artículos, apuntes que amigos suyos hacían sobre él... En un momento determinado me di cuenta que tenía un gran bagaje de información y que había muchos estereotipos y clichés.
¿De dónde viene el título?
Es una frase que escribe él. En un momento determinado dice que la vida es una puñalada luminosa en la sombra. Esa afirmación rememora de manera bastante directa la frase de Shakespeare que la vida es una sombra errante, que es un cuento lleno de orgullo. Me gustaba el paralelismo de la frase con Shakespeare y el carácter positivo. La vida es algo doloroso, hiriente, sorpresivo, pero es luminosa: arroja luz y te permite una apertura al saber.
Meabe abandonó el nacionalismo por el socialismo. ¿Cómo fue?
Fue muy radical tanto cuando era nacionalista como cuando fue socialista. Vivió a caballo entre dos siglos. Por una parte, heredaba del siglo XIX el espíritu individualista, exaltado y radical; y por otra, creía que tenía que organizarse políticamente en partidos para poder lograr sus objetivos. Era de una familia nacionalista muy religiosa y su padre fue uno de los primeros nacionalistas que entraron en el Ayuntamiento de Bilbao. Arana tiene a Meabe a su lado desde que es joven. Es su discípulo, la persona en la que Sabino Arana confía y en quien delega muchas responsabilidades políticas. Pero le animó a estudiar el socialismo, porque Sabino se da cuenta que esa ideología es una fuerza emergente muy poderosa. Lo estudia, precisamente, para combatirlo. Cuando Meabe profundiza en él, descubre injusticias, barrios miserables, el abuso y la sobreexplotación. Se pasa al socialismo para defender lo que para él era más urgente en aquel momento.
¿Fue un trauma para Sabino Arana?
Sabino Arana dijo que se hubiera dejado cortar un brazo porque eso no fuera así. Supuso una gran desilusión. Tomás era muy carismático con una personalidad muy arrolladora.
Pero nunca fueron enemigos.
No. En su paso del nacionalismo al socialismo había una crítica a la ideología, no a Sabino. Se dio cuenta de que las ideas nacionalistas no eran mas importantes que las prioridades sociales. Sin embargo, nunca en su vida hizo una crítica del personaje histórico, sino que siempre lo defendió como una persona capaz de estimular a una generación de jóvenes, de sacrificar su vida y confort por un ideal. Siempre dijo que él admiraba a una persona como Sabino y que gracias a él entró en el mundo de la política.
¿Qué herencia han dejado sus ideas?
En su momento, Tomás Meabe estuvo frente a la Iglesia católica y el militarismo. En ese sentido, tuvo una actitud muy parecida a la de los indignados frente al mundo de las finanzas. Me refiero a estar contra la injusticia y el abuso de unos frente a otros. En aquel momento, se posicionó en contra del abuso de los militares y la Iglesia, que derrochaba dinero en ornatos cuando mucha gente pasaba hambre. Eso era lo que le indignaba. Hoy en día, jóvenes como él están indignados contra el sistema abusivo. La indignación es parecida. Sus ideas se han visto colmadas al sacar a la superficie las fuerzas políticas de la juventud, del feminismo, e incluso en sacar adelante la presencia del euskera. Fue el primero que dio artículos en euskera dentro de un órgano de expresión partidista como fue el periódico Adelante de Eibar.
¿Tiene pensado rescatar del olvido a algún bilbaino más?
Estoy preparando una biografía sobre la figura del escultor Francisco Durrio. Es uno de esos personajes que todo bilbaino debe conocer. A pesar de la gran importancia que tuvo como artista en París, no ha sido suficientemente valorado, reconocido toda su importancia.