Teoría y praxis. El proyecto Pakea Bizkaia funde en una misma iniciativa la experiencia y la difusión del conocimiento a bordo de un velero en entornos muy lejanos donde comparte con sus habitantes el patrimonio de Bizkaia y su diversidad. También interviene en Getxo, donde contagia a los escolares, las personas más permeables al conocimiento, la necesidad por preservar el medio ambiente. Son estas las razones que justifican la entrega del DEIA Hemendik Bizkaia Saria al velero tripulado por navegante Unai Basurko que surca los mares más recónditos explorando nuestro pasado y que da vida a un proyecto basado en la defensa común de la biodiversidad.
Basurko recogerá el merecido galardón en el marco de la celebración de la cuarta edición de los DEIA Hemendik Sariak, que tendrá lugar el próximo martes en la casa de cultura de Santa Ana de Berango, y en la que se darán cita representantes de instituciones, asociaciones y de distintos organismos sociales y culturales que trabajan para favorecer la calidad de vida en Eskuinaldea y Uribe Kosta.
El éxito del navegante portugalujo a la hora de poner en práctica su filosofía gravita sobre unos fundamentos muy meditados. "Queremos impulsar el respeto entre los seres vivos, hacia la biodiversidad, el medio ambiente y los recursos naturales. Confiamos en que mostrando el efecto negativo de la acción humana sobre los océanos y la sorprendente belleza de la naturaleza se puede sensibilizar la sociedad", explica el marinero.
Ante la noticia del reconocimiento de DEIA, Basurko insiste en su importancia "porque es un galardón que llega desde casa, lo que representa un auténtico motivo de orgullo, ya que es un síntoma muy claro de que somos conocidos", un objetivo cumplido, pues el Pakea Bizkaia es seguido de cerca en todo el Estado por su peculiaridad.
"Las expediciones se realizan de la manera más sostenible posible. Observamos y respetamos la biodiversidad, utilizamos energías renovables a bordo y gestionamos los residuos reduciéndolos, reutilizándolos y reciclándolos. Además, vamos recogiendo por el mundo diferentes experiencias relacionadas con la sostenibilidad", indica el expedicionario jarrillero.
Respeto "En definitiva, tratamos de admirar y cuidar el planeta bajo la premisa del respeto a la biodiversidad, al tiempo que intentamos transmitir aquellos valores que la vida a bordo y la navegación nos imponga".
La última expedición del navío así lo demostró. Unai y su tripulación recorrieron los mares de Terranova y Groenlandia en busca del pasado ballenero de los vascos. Pese a la climatología adversa y los bruscos cambios de temperatura, la tripulación no sucumbió y completó un viaje de tres meses de duración, la travesía más larga llevada a cabo. Durante la navegación, Basurko padeció todo tipo de problemas. Fueron testigos de cómo la bruma se congelaba al sur de Groenlandia, mientras les costaba encontrar el modo de salir del hielo que les rodeaba. Sin embargo, el momento más emocionante tuvo lugar al regreso, cuando arribó en el puerto deportivo de Getxo.
Al atracar en su hogar, Unai no ocultó en ningún momento su "emoción por regresar". Además, expresó "la satisfacción de haber conocido lugares tan peculiares como St. Pierre de Miquelon y Trois Pistoles, que son pueblos con orígenes vascos, donde aún quedan vestigios de hace cinco siglos". También le llamó la atención la cultura inuit, "por su enorme respeto a los animales". Pero su verdadero combustible fue "la ilusión de sentir el proyecto como tuyo", algo que siempre logra transmitir a sus tripulantes.
Ocurría el pasado 8 de septiembre. Ha pasado ya más de un mes, pero la adaptación a la tierra firme es muy dura. "Dicen que por cada día que navegas, necesitas otros dos para recuperarte. No, es broma. Eso es cuando vas en solitario", bromea Basurko. Sin embargo, reconoce que la recuperación está siendo rápida "gracias a la buena comida, la compañía y la familia". No obstante, ya mira al horizonte y programa una nueva salida. "En el marco del proyecto Pakea Bizkaia, que tiene cuatro años de duración, saldremos el próximo otoño al Hemisferio Sur, a la Patagonia y la Antártida". Mientras tanto, sigue trabajando cubriendo el segundo ámbito sobre el que gravita su actividad: la difusión de sus conocimientos entre los escolares.
Educar Andrea Ruiz es la coordinadora del proyecto educativo y quien mejor controla este apartado. "En la actualidad, cuando estamos en tierra, nos dedicamos a elaborar materiales, organizar visitas escolares, que tendrán lugar desde el 2 de noviembre hasta junio", especifica. Una media de 50 alumnos de Primaria al día visitarán la escuela de vela de Getxo y el Pakea Bizkaia.
En el primer escenario "visionan un documental de la expedición, mientras que en el velero les mostramos la vida a bordo de un barco y les enseñamos cómo se genera energía con placas solares", un modo de ejercer un consumo responsable con el medio ambiente.
De manera paralela, Basurko también comparte sus conocimientos asistiendo a ciclos de conferencias. La próxima será el sábado, a las 11.00 horas, en el marco de las Jornadas Kantauri Meeting, que se celebran en el edificio de La Bolsa. Su ponencia versará sobre el estado actual del mar Cantábrico.