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Gasco dimitirá el martes como presidente de Metro Bilbao

Anunciará su decisión el martes en el CTB; Mikel Torres, alcalde de Portugalete, suena como sustituto

Bilbao. El presidente de Metro Bilbao y viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, Ernesto Gasco, dimitirá el próximo martes como máximo dirigente del suburbano de Bizkaia. Gasco, que llegó al Gobierno de Patxi López procedente del Ayuntamiento de Donostia, podría regresar ahora a su antigua casa, después de anunciar que será el candidato socialista a la Alcaldía en este Consistorio. Este es precisamente el principal argumento que explica su marcha. No obstante, y según fuentes socialistas consultadas por DEIA, la decisión de abandonar el cargo en el suburbano vizcaino no está motivada por un "impedimento legal", ante una posible incompatibilidad de cargos -se desconoce si también se plantea cesar como viceconsejero-, sino que, según las mismas fuentes, el socialista ha adoptado esta decisión por una "cuestión estética", ya que podría resultar extraño que un miembro de la Corporación donostiarra estuviera presidiendo el transporte estrella del territorio histórico de Bizkaia.

Según la información a la que ha tenido acceso DEIA, la decisión será comunicada en una reunión del CTB que tendrá lugar el próximo martes en Bilbao. Las mismas fuentes apuntan al actual alcalde de Portugalete, Mikel Torres, como principal candidato a ocupar el puesto vacante.

Relaciones polémicas La llegada de Ernesto Gasco a la dirección del transporte de Bizkaia tras la victoria socialista en el Gobierno vasco no ha estado exenta de polémica tanto con los representantes políticos como con los trabajadores. Desde el primer día, sus decisiones chocaron de frente con el diputado general, José Luis Bilbao, a quien barrió de un plumazo amparándose en la mayoría socialista en el órgano de gestión del metro. Bilbao fue apartado de la toma de decisiones, pese a ser el gestor del 50% de capital como representante de la Diputación. Tras el diputado general, Gasco fue despidiendo a todos aquellos que tuvieran algún vínculo con el nacionalismo; personas como el director gerente, Rafael Sarria.

En poco tiempo, Gasco buscó sus aliados y creó un nuevo puesto, consejero delegado, que fue adjudicado a su íntimo amigo Iñaki Prego. Algunas de sus decisiones han llevado al límite a los trabajadores, hasta el punto de que, una vez rota la paz social que siempre caracterizó al metro, el comité de empresa convocó los segundos paros de su historia.