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Arrigorriaga aprueba las bases de uso del nuevo cementerio

La normativa dispone enterramientos menos traumáticos y más baratos

Arrigorriaga aprueba las bases de uso del nuevo cementerio

Arrigorriaga. El nuevo cementerio aconfesional de Arrigorriaga pronto podrá ser utilizado para el fin con el que fue creado. Aunque el espacio que ocupa en Landaederraga está abierto al público desde el verano pasado, el camposanto se aprovecha en la actualidad para pasear, como si de un parque se tratara, dada la forma en la que ha sido concebido, lleno de árboles y sin ningún símbolo que recuerde ni a la muerte ni a ningún tipo de religión. Ahora, y aunque los vecinos podrán seguir paseando por sus calles, el Ayuntamiento ha aprobado dos normativas que regulan su utilización y que serán ratificadas en unos días para que pueda empezar a funcionar.

Las bases aprobadas están dispuestas para que tanto el enterramiento como los trámites que llegan después sean "más sencillos y menos traumáticos" para los allegados de los fallecidos, según explicó el concejal de Urbanismo, Iker Iglesias. Además, el proceso costará menos en la nueva necrópolis que en la antigua. Así, los nichos de este atípico camposanto podrán estar ocupados durante ochenta años sin necesidad de volver a pagar cuota alguna. Los primeros cinco, los féretros podrán ser depositados en los llamados nichos de enterramiento, ubicados a ambos lados de pequeñas sendas flanqueadas por robles. Transcurrido este tiempo, pasarán a los nichos de restos, que en Arrigorriaga están ubicados en el frontal del cementerio tapados con una gran cristalera que va cambiando de color según la posición del sol. "Se trata del máximo periodo que permite la ley", explica Iglesias.

Optar en concesión administrativa a uno de estos nichos costará 200 euros. Esta tarifa incluirá el acto de enterramiento y la placa de recuerdo que llevará cada tumba. No se permitirán lápidas ya que el nuevo cementerio, de estilo inglés, busca crear un ambiente igualitario alejado de los grandes panteones y lujosas lápidas. Cada placa deberá seguir el modelo que marca el Ayuntamiento, que solo podrá plasmar el nombre del fallecido y las fechas de nacimiento y defunción.

El traslado de los restos pasados los cinco años a su ubicación definitiva costará 18 euros y la concesión a 75 ascenderá hasta los 636 euros. En total, el proceso ascenderá hasta los 854 euros. En la actualidad, un vecino que opte por enterrar a su ser querido tiene que desembolsar 180 euros cada diez años, a lo que hay que sumar el acto de enterramiento que cuesta 36 euros más el trabajo del marmolista autor de la losa. En total, para el mismo periodo de tiempo, la cifra ronda los 1.400 euros sin contar con la lápida.

"No solo no hemos subido los precios, sino que los hemos bajado llegando a unas cifras muy ajustadas si tenemos en cuenta que en Bilbao, por ejemplo, los enterramientos cuestan 1.800 euros", detalla el edil.

El nuevo cementerio de Arrigorriaga se extiende sobre un parque de 24.000 metros cuadrados y alberga 160 tumbas dispuestas en nueve gradas de césped. Además, cuenta con 850 nichos también dispuestos para acoger urnas con cenizas. Asimismo, en caso de que las cenizas no se quieran guarda, se podrán lanzar desde un balcón dispuesto en medio del camposanto adornado por una escultura de Vicente Larrea.

El traslado de los restos del antiguo cementerio al nuevo parque comenzará en unos meses y, según adelanta el concejal, será un "proceso largo, íntimo y llevado a cabo sin prisas". "Queremos llevar cada caso de forma personalizada", avanzó Iglesias.