"Más que sorprendidos, alucinados"

Bilbao. "Más que sorprendidos estamos alucinados", aseguraba ayer uno de los vecinos de la calle Zugastinovia de Bilbao donde la Ertzaintza y la Guardia Civil procedieron al registro del restaurante Aritz, regentado por uno de los presuntos autores del atraco en la entidad bancaria de Cambrils en la que falleció una de sus empleadas.

"Escuchas cosas como el atraco de Cambrils pero tienes la sensación de que te queda lejos. Saber ahora que hemos convivido con uno de los implicados y que puede ser el responsable de la muerte de una persona... Es un shock pensar que tienes un presunto asesino en frente", reconocía Jon Ander, regente del bar Etxekoak, cercano al Aritz.

"Una noticia así te deja de piedra", aseguraba Leire mientras compraba en la cercana panadería Ogion Karrantza-2. "Yo estoy impresionada. He venido a por el pan y me he encontrado con todo esto", decía otra de las clientas, refiriéndose al dispositivo policial desplegado por los diferentes cuerpos policiales que participaron en la operación.

La noticia de la detención de Josu dejó ayer a los vecinos y clientes de la zona "helados". El responsable del conocido restaurante y que anteriormente regentó la hamburguesería Serman en el número 49 de la calle Autonomía no había despertado ninguna sospecha en el barrio. "Llevo tres meses y medio al mando de este bar y en este tiempo no es que tuviera mucha confianza con él, pero la relación era muy correcta. Parecía una persona totalmente normal, por eso nos hemos sorprendido mucho", afirmaba Ana Belén, regente del bar Gure Etxea, anexo al restaurante Aritz.

Más sorprendido se mostraba Borja, propietario de Ogion Karran-tza-2. "Le conocía y me caía muy bien, parecía muy majo. Éramos clientes el uno del otro. Él venía a comprar el pan y yo me tomaba café en el bar. Incluso nos hemos tomado alguna copa juntos y para nada me esperaba esto". "Nos tenía a todos engañados", respondía Noemi, una de las clientas.

Uno más Los comerciantes y vecinos de la céntrica calle Zugastinovia coinciden en asegurar que Josu "es una persona normal". El que presumiblemente fuera responsable de medio centenar de atracos a lo largo y ancho del Estado estaba perfectamente integrado en el barrio. Era uno más.

"Era un tío normal y corriente, Cada mañana venía aquí desde Castro a trabajar, hacía los pintxos y abría el bar. El negocio había bajado un poco pero como a todos", decía Luis, propietario también de la panadería encartada. "Después de una noticia así te quedas con muy mal cuerpo. Te lo dicen pero no te lo acabas de creer. Era una persona muy normal, un currante, pero si es culpable, me alegro de que le hayan cogido", puntualizaba Ana Belén.

También los vecinos del resto de detenidos mostraban ayer su incredulidad ante la idea de haber vivido puerta con puerta con quienes pueden ser delincuentes peligrosos.

"Era un hombre normal, no tenía mucha relación con los vecinos pero tampoco había problemas. Nos saludaba a todos cortésmente pero nada más", explicaban inquietados los vecinos del número 21 de la calle Menéndez y Pelayo. También los residentes del número 4 de la calle Don León de Urruñuela en Rekalde mostraban su asombro ante la noticia. "Es vecino del barrio de toda la vida. Hace años tuvo problemas con las drogas pero ahora pensábamos que estaba limpio", explicaban. "Ahora que te paras a pensar vas atando cabos, porque ni él ni su mujer tenían trabajo y pasaban largas temporadas fuera de casa. De repente, se iban durante un mes o mes y medio y después volvían. Aunque tampoco puedo decir nada malo: Conmigo siempre se han portado bien", contaba una vecina.