Bedia
MÁS de cien bediarras participaron ayer en la primera edición del Kantu Bazkaria, una iniciativa nacida para recuperar la tradición oral de las canciones, músicas y melodías de la zona de Arratia, aquellas que se usaban antaño en celebraciones, bodas o bautizos. El éxito de la convocatoria fue valorado de manera "muy ilusionante" por el alcalde de la localidad, Aitor Sorriketa, quien no duda en volver a repetir la experiencia en más ocasiones.
La cita comenzó con el aroma surgido de las putxeras importadas desde Balmaseda para la ocasión. Con ellas llegaron también los expertos de la cocina del museo de Boinas La Encartada quienes se pasaron cinco horas cocinando el manjar a base de alubias, tocino, morcilla, chorizo y costilla que más tarde iban a degustar los comensales. Tras este guiso hecho a imagen y semejanza del que comían los antiguos maquinistas y guardafrenos del tren de la Robla a finales del siglo XIX, la comida dio paso a los cantos. Provisto cada vecino de un libreto con la letra de todas las canciones que tenían que interpretar, la música comenzó a abrirse paso. Con ella llegaron los bailes, las palmas y hasta alguna que otra cadeneta que levantó a los asistentes de sus sillas, instaladas en el frontón municipal a resguardo de la lluvia.
Los cantores pertenecían a todo tipo de perfiles. Desde mayores ansiosos por escuchar "alguna habanera" hasta parejas y cuadrillas de jóvenes acompañados por niños que se las sabían todas. Sobre los temas interpretados, sonaron para todos los gustos. Desde títulos típicos del valle de Arratia como Zeanuritik baraurik hasta temas infantiles y populares como Pintxo Pintxo, Ranroberra o Maite Zaitut (pila pila, pila patata tortilla!) sin olvidar los imprescindibles Txoria Txori, Maritxu nora zoaz, Bizkaia maite, Lau Teilatu o Itsasontzi baten.
"Hemos querido hacer un recopilatorio de canciones muy variado para que todo el mundo pudiera participar y pasarlo bien. Hay temas en euskera, en castellano y para los niños. Está hasta el himno del Athletic que cerrará la tarde o las conocidas Un inglés vino a BIilbao o Las mañanitas del Rey David", explicaba la concejala de Cultura, Igone Etxebarria.
A cargo de la coordinación de los cánticos y animando el recital, se encontraba Juantxu Urkiaga, cantante, guitarrista y pianista. Tras unos primeros temas de calentamiento, los comensales fueron perdiendo la vergüenza y hasta comenzaron a recoger el testigo del micrófono que les pasaba la edil para que sus voces se escucharan sobre las demás. Entre los cantantes, hubo de todo. Desde los que "rozamos el aprobado" hasta los que destacaban por su chorro de voz. A que la garganta estuviera engrasada contribuyeron "las copitas que pedimos entre canción y canción", explicaban Manuel Acedo y Luis María Sanz.
De los más marchosos resultaron ser Alberto Azkuenaga, quien no dudó en comenzar la primera cadeneta, y Agurtzane Bernaola, vecinos del pueblo que "nos apuntamos a todas". "Es genial que podamos juntarnos para pasar un rato divertido", comentaba esta pareja que instaba al alcalde a "que organice más cosas de estas".
Además de esta petición, Pepito y Manolo, otros de los vecinos más animados, solicitaron para la cita del año que viene "un buzón de solicitudes" a través del cual poder pedir títulos. Y es que, a su juicio, además de los 52 que aparecían en el libreto, "debía de estar el Paquito Chocolatero".
Tras cerca de cuatro horas de cantos, se cumplió otro de los objetivos de la jornada: recuperar las sobremesas animadas por canciones populares como se hacía antaño, una costumbre en peligro de extinción que ya únicamente es seguida por familias con mayores entre sus filas. Tras la tarde de ayer, los hogares de Bedia esperan convertirse en una excepción que anime a los de otros municipios.