Bilbao. El Ayuntamiento ha dado con una solución intermedia para que la peatonalización de la calle Maestro García Rivero sea positiva para todos, vecinos, comerciantes y hosteleros. Se trata de una idea innovadora que pasa por preservar zonas de paso para los propios vecinos que no podrán ser invadidas por los poteadores asiduos a la zona. Con esta medida se resolvería una de las principales reticencias de quienes viven en esta calle bilbaina, que se quejan de que en las horas punta se les hace muy difícil acceder a sus portales a causa del gentío. La propuesta ha sido lanzada por el Consistorio a los diferentes sectores involucrados en la peatonalización, que parece estar cada día más cerca.

La decisión aún no se ha tomado, pero hay buena sintonía en la comisión técnica -formada en marzo de 2010 por 10 comerciantes y hosteleros y 10 vecinos- para cerrar definitivamente al tránsito rodado García Rivero. Después de casi un año de negociaciones, el Ayuntamiento bilbaino ha discurrido la manera de dar "una vuelta" a la zona. Para ello, ha ideado un nuevo modelo de calle peatonal que, según fuentes del área de Obras y Servicios, dirigida por José Luis Sabas, podría "extrapolarse a otras zonas de la villa". La iniciativa consiste en preservar el acceso a los portales para los vecinos a través de unos caminos, similares a los bidegorris, que se extenderán a lo largo de toda la calle y donde quienes estén consumiendo en los bares de alrededor no podrán detenerse. "Con esto aseguraríamos un poco de concienciación y socialización entre los que disfrutan de la calle y los que viven en ella", explican desde el Ayuntamiento. Estás zonas se marcarían en la acera gracias a unas pegatinas especiales que conectarían los portales, distinguiéndose de un solo vistazo los caminos restringidos a los poteadores.

Nunca se ha puesto en marcha una iniciativa de este tipo en la villa. Y es que cada calle, al igual que cada persona, es diferente y requiere de su propio plan de actuación. Las reticencias de los vecinos ante el cambio que podría experimentar García Rivero con su apertura al peatón, han supuesto un reto para el Consistorio, que pretende, con esta alternativa, buscar el mayor equilibrio entre el bienestar de los que allí viven y trabajan. En ese sentido, el proyecto del equipo de Sabas contempla, además, crear un nuevo modelo de calle "que atraiga a un público diferente, más familiar y más diurno", señalan.

Por eso, el Ayuntamiento ha fijado la mirada en la calle Diputación y en la sintonía que allí se respira. "Queremos trasladar ese ambiente a García Rivero", apuntan desde el área. Para lograrlo, el Consistorio ha propuesto a la comisión la instalación de terrazas "organizadas y no veladores", en el centro de la vía a las que acompañarán bancos y farolas porque "también tiene que haber espacio para aquellas personas que no estén consumiendo", explican.

Estos remates al proyecto han conseguido que vecinos y hosteleros acerquen posturas en su debate a favor de la peatonalización. Y es que vivir en una calle peatonal conlleva, según quienes habitan García Rivero, encontrar "vasos, colillas y basura juntos a los portales, ruido, y tener que apartar a la gente que está bebiendo en la calle para poder entrar al portal". Los hosteleros escucharon estas quejas en una reunión que se celebró hace un mes y prometieron estudiar soluciones para que, con la peatonalización, este tipo de problemas no se acentúen.

Para tranquilizar aún más a los vecinos, el Ayuntamiento ha propuesto una peatonalización reversible. Estaría en funcionamiento un año. Pasado este tiempo se realizará una valoración junto con los vecinos que, en caso de no ser favorable, conllevaría la apertura de la calle al tráfico. Por eso, la calzada se sustituiría por un material resistente y apto para el tránsito de tráfico rodado. "Si no sale bien, con quitar las terrazas y volver a pintar las líneas de aparcamiento se retomaría la situación actual", aclaran.