Portugalete. Con una precisión digna de elogio, la UTE Albatros-Ros Roca entregó ayer a la villa de Portugalete las instalaciones de la central de recogida neumática de basuras de Rivas, que dará servicio inicialmente a 2.500 vecinos de Ballonti y que al final de esta década atenderá a la mitad de la población portugaluja situada al este de la avenida Carlos VII. Una arteria donde comenzó todo, allá por 1998, cuando el equipo de gobierno PSE-EE-PNV puso en marcha las primeras conducciones subterráneas bajo la batuta del jeltzale, Fernando Trujillo, concejal delegado de Urbanismo.

Curiosamente, ayer mismo también entraron en funcionamiento 16 nuevos buzones de recogida neumática de basuras en la zona centro de Portugalete que van a dar servicio, a través de la primera central abierta en 2005 en Buenavista, a otros 3.000 nuevos vecinos, de la avenida Carlos VII y sus conexiones con las calles peatonales de Araba y Nafarroa, la calle Gregorio Uzquiano, Almirante Martín de Vallecilla o la recientemente reurbanizada Ruperto Medina.

De esta forma, la central de recogida de basuras de Buenavista da ya servicio a casi 20.000 vecinos de la villa, cubriendo un 40% de la superficie y recogiendo casi dos millones de kilos de basura al año, según los datos ofrecidos por el alcalde, Mikel Torres, en la puesta en marcha de esta instalación que da empleo directo a cuatro trabajadores y que funciona durante todos los días del año.

Semienterrada La nueva central destaca por su diseño exterior, que la hace prácticamente imperceptible para los vecinos de la zona, ya que está construida como un edificio semienterrado, que permite "su perfecto encaje paisajístico en el parque de Rivas, con una cubierta vegetal de biofiltro para el tratamiento del aire", explicó Torres.

Otro elemento que sin duda llamará la atención de los vecinos, quienes próximamente recibirán una invitación para conocer el interior de la instalación, es la simplicidad aparente del funcionamiento de la central, totalmente automatizada, en la que sobresalen las tolvas de captación y los tres enormes contenedores-compactadores con una capacidad de hasta 9.000 kilogramos cada uno.

La nueva central de recogida, situada junto al campo de fútbol de Repelega, atiende así desde ayer a los vecinos de toda la urbanización de Rivas, los nuevos edificios de la urbanización de Eroski y una parte importante del grupo de viviendas de Alonso Allende, cuyo barrio se empezará a urbanizar para la segunda quincena de marzo.

Con estas incorporaciones, Portugalete se sitúa a la cabeza de Europa "por el porcentaje de vecinos a los que da servicio", según destacó, Ramón Roca, presidente de la ingeniería autora del proyecto. La central ocupa una superficie de 440 m2, ha costado 4.166.000 euros -financiados con cargo al Plan Estatal de Sostenibilidad Local- y supuso la contratación de ocho desempleados.